La posición de arquero es la más desagradecida del fútbol, basta un error para echar al traste una gran actuación individual que termina repercutiendo en todo el equipo. Es lo sucedió al arquero alemán Loris Karius que después de haber tenido buenas intervenciones se equivocó de forma infantil en dos ocasiones permitiéndole dos goles al Real Madrid.El primero fue en el minuto 53 después de controlar un pelotazo fácil, el cancerbero no se fijó que Karim Benzema estaba muy cerca y en su afán de sacar la pelota la lanzó con el delantero encima que con su taco la mandó hacía el fondo de la red para el 1 a 0.
El segundo error grosero del alemán se produjo cuando el marcador estaba 2 a 1 y transcurrían 83 minutos del partido. Gareth Bale hizo un remate de 28 metros que el arquero hubiera podido controlar fácilmente porque no iba con tanta potencia pero se le fue entre las manos permitiendo el 3 a 1 para el Madrid.
Dos graves fallos que fueron trascendentales en el resultado de la final de la Champions League en la que el conjunto merengue se impuso por 3 a 1.