El delantero del Barcelona Robert Lewandowski es conocido por su estrecha relación con el gol. Desde que debutó en 2004, su letalidad en el campo ha sido tal que, luego de figurar en el fútbol local de Polonia, fue protagonista en el Borussia Dortmund y en el Bayern Múnich antes de aterrizar en el conjunto español.
Pero el talento no lo es todo, ya que los jugadores de este nivel deben cumplir con rigurosas jornadas de entrenamiento y ser muy disciplinados con su alimentación, pues estos dos factores son determinantes a la hora de buscar el máximo nivel dentro de la cancha.
El fortalecimiento físico, el peso de ideal, la nutrición y la agilidad en el campo de juego deben ser trabajadas a diario y Lewandowski lo sabe, por lo que cuando estuvo en el Bayern Múnich, los directivos del club decidieron contrata al experto en preparación física Holger Broich, a quien se le encargó mejorar el rendimiento de la plantilla.
Broich ha publicado varios libros y artículos científicos sobre el fútbol de élite y sobre cómo las dinámicas del entrenamiento adecuado ofrecen sus resultados y un testimonio vivo de aquello es el hoy delantero del Barcelona.
Entrenamientos cruzados, la clave de Lewandowski
Las prácticas de Robert Lewandowski integran algo que llama entrenamientos cruzados, rutina que se aplica en la preparación de cualquier disciplina. Esto consiste en practicar, de forma paralela, otro deporte que comparta algunas características con el que regularmente se realiza, en este caso el fútbol.
Según los expertos, esto ayuda a potenciar el rendimiento y Lewandowski lo tiene tan claro que se apoya en las artes marciales, entrenamientos que claramente han ayudado a mejorar el físico del futbolista polaco.
Según la ciencia, esto ha beneficiado la estabilidad, la velocidad, los reflejos y la concentración de los futbolistas que han adquirido esta nueva forma de entrenar.
Lewandowski protagoniza primer escándalo del año para el Barcelona; la Fifa los puede castigar
Barcelona inició el año en medio de un lío legal que incluso le puede significar una sanción de la Fifa, todo por cuenta de la alineación de Robert Lewandowski para el partido frente al Espanyol del pasado 31 de diciembre, que terminó en empate 1-1 con los goles de Marcos Alonso y Joselu, respectivamente.
Todo comienza el 8 de noviembre, antes del parón por el Mundial de Catar, cuando el delantero polaco salió expulsado en el primer tiempo al ver la doble amarilla por una falta sobre el medio del campo. Jesús Gil Manzano, árbitro de aquel encuentro en el que Barcelona venció a Osasuna (1-2), le mostró la roja al atacante sobre los 30 minutos, desatando una ola de reclamos por parte de los culés.
Lewandowski, incrédulo por la decisión, salió del campo haciendo un gesto en el que se tocaba la nariz, reacción que le costó no solo una fecha de sanción por salir expulsado, sino dos jornadas más por ―según La Liga― haber tenido una actitud “de menosprecio o desconsideración” con el juez central.
Días después, el polaco explicó que el gesto había sido para Xavi Hernández y el personal del banquillo, versión de la que el Barça se agarró para presentar un recurso de apelación, que luego fue rechazado por la competición. Pero los azulgranas no se quedaron ahí y fueron hasta el Tribunal del Deporte de España (TAD), en busca de que se estudiara la justicia de este castigo que le haría perder a Lewandowski el derbi contra Espanyol, la visita al Atlético de Madrid y el juego como local ante Getafe.
El TAD recibió la apelación del Barcelona mientras Lewandowski se dirigía a Catar, donde llegó hasta la fase de octavos de final con Polonia. Luego de caer eliminado, el jugador volvió a Cataluña sabiendo que no podría jugar los próximos tres partidos a raíz de la tarjeta roja que vio en Pamplona justo antes de partir.
Los culés esperaron la respuesta de manera impaciente, sin embargo, se encontraron con que el Tribunal necesitaba estudiar el caso a fondo y, por tanto, les negaban la medida cautelar que pudiera permitirle a ‘Lewy’ disputar el derbi de la región.
Impacientes por poder contar con su goleador, el Barcelona recurrió al Tribunal Central Contencioso de Madrid, que, al considerar que no había una decisión clara en el caso, les dio la derecha a los azulgranas y permitió que el polaco jugara ante Espanyol.
El problema es que la cautelar llegó 24 horas antes del partido, lo que activó un tenso debate entre los hinchas de ambos equipos. Xavi opinó al respecto y admitió que los tiempos de la decisión no fueron los mejores al haber tenido todo el parón del Mundial para haber comunicado la decisión. “El timing del caso Lewandowski nos ha sorprendido. Nos dicen que ahora hay un plazo de dos o tres días que se puede recurrir. Esta sanción se sabe desde noviembre y ya se debería saber la resolución”, dijo en la previa.