Istanbulspor, último en la tabla de la Superliga en Turquía, y el Trabzonspor, que ocupa el cuarto lugar, se midieron en el estadio Necmi̇ Kadioğlu Sports Complex por la fecha 17.
2 a 1 ganaba la visita con anotaciones a los 11 minutos del compromiso y a los 68. Los locales pudieron descontar a los 39. A menos de 20 minutos de que el juez turco, Ali Şansalan marcara el final, se presentó un insólito hecho.
Florian Loshaj del İstanbulspor y que se desempeña como mediocampista, ingresaba al área y fue derribado por Batista Mendy, que le propinó un fuerte golpe con la mano.
Desde ahí se desató la polémica. El jugador de 27 años de edad del İstanbulspor se tiró al piso con muestras de dolor y el árbitro no decretó penal.
Para la siguiente jugada, uno de los deportistas, también del İstanbulspor, llevaba el balón de atrás hacia adelante y cuando se acercaba a la mitad del campo, decidió botar lejos la esférica. El árbitro parecía no entender lo que pasaba mientras veía con atención cómo los dirigentes y miembros en el banco del cuerpo técnico, se mostraban indignados.
Los jugadores del equipo con uniforme amarillo y negro empezaron a salirse de la cancha. Alegatos iban y venían, mientras el técnico Hakan Yakin se acercaba al colegiado para tratar de explicarle su punto de vista en la polémica jugada.
Era difícil entender lo que pasaba hasta que el presidente del club apareció en el campo y le pidió a todo su equipo irse del lugar. El máximo dirigente, Ecmel Faik Sarıalioğlu, seguía insistiendo en que se retiraran, mientras algunos jugadores se acercan a tratar de evitarlo. Incluso, se ve cómo uno parece arrodillarse tras un cruce de palabras.
Los hinchas continúan en las graderías y empiezan a silbar. Los capitanes van y se despiden de la autoridad del fútbol y los rivales se acercan a la parte de la tribuna donde sus seguidores estaban ubicados y los acompañaron para despedirse también. El partido se suspendió y el triunfo fue para Trabzonspor.
No es la primera vez que el fútbol de ese país es noticia. El pasado 12 de diciembre un triste episodio se vio en el encuentro entre el Ankaragücü y el Rizespor.
Faruk Koca, presidente del equipo local, agredió al árbitro Halil Umut Meler. En las imágenes se ve al dirigente correr a toda velocidad hasta donde estaba el juez y darle un puño en la parte izquierda del rostro con mucha fuerza.
La condena a nivel mundial fue unánime e incluso el Comité Técnico de Árbitros lanzó un comunicado.
“El Comité Técnico de Árbitros de la RFEF rechaza la brutal agresión sufrida ayer por el árbitro turco Halil Umut Meler y expresa su apoyo incondicional a los árbitros turcos y al Comité de Árbitros de la Federación Turca. Es responsabilidad de todos los estamentos del fútbol respetar y proteger la figura del árbitro. Sin árbitros no hay fútbol”, dijeron en la misiva.
Gianni Infantino, presidente de la Fifa, también condenó lo sucedido.
“No hay absolutamente ningún lugar para la violencia en el fútbol, dentro o fuera del campo. Los acontecimientos que siguieron al partido de la Super Lig turca entre MKE Ankaragücü y Caykur Rizespor son totalmente inaceptables y no tienen cabida en nuestro deporte ni en nuestra sociedad. Los árbitros, jugadores, hinchas y personal deben estar seguros y protegidos para disfrutar del juego, y hago un llamado a las autoridades pertinentes para que implementen las regulaciones y dije que deben respetarse en todos los niveles”, escribió en sus redes oficiales.