Después de meses mostrando públicamente su descontento con el rumbo de un club en ruinas y en una temporada catastrófica tanto deportiva como en las oficinas, con múltiples discordias entre la plantilla y la directiva dirigida por Josep Maria Bartomeu, Messi pasó a la acción este martes. El detonante parece haber sido la derrota ante el Bayern de Múnich, el enésimo fracaso en la Liga de Campeones después de las eliminaciones ante el Liverpool, la Roma o la Juventus en los años anteriores.
El seis veces ganador del Balón de Oro habría expresado sus dudas en una reunión la semana pasada con el nuevo entrenador Ronald Koeman, a quien habría asegurado que se veía "más fuera que dentro" del club, según la prensa deportiva española. Pero este 25 de agosto el argentino, a través de sus abogados, habría enviado un burofax a directivos del club catalán confirmando su voluntad "de rescindir unilateralmente el contrato". La noticia se produce apenas un día después de que Koeman, a quien han encargado una profunda renovación de la plantilla, comunicara al delantero uruguayo Luis Suárez, íntimo amigo de Messi, que no contaba con él para la próxima temporada. Otro de los descartes de Koeman, el chileno Arturo Vidal, escribió: "Cuando acorralas a un tigre, él no se rinde. Pelea".
¿En dónde jugará? Si se confirma la marcha de Messi, será el fin de una larga historia de amor entre la Pulga y el Barça: llegado al club en el año 2000 con 13 años, el argentino creció en uno de los clubes más prestigiosos del mundo para terminar convirtiéndose en el "mejor jugador de todos los tiempos", como afirman en Barcelona. También es un terremoto para el planeta del fútbol, donde se antoja complicado imaginar al astro defendiendo otros colores.
Las negociaciones alrededor de su astronómica cláusula de liberación de 700 millones de euros (828 millones de dólares) serán decisivas para una eventual salida del club, como fue el caso del traspaso de su eterno rival portugués Cristiano Ronaldo del Real Madrid a la Juventus de Turín en julio de 2018. Según la prensa especializada, tres clubes tendrían recursos para abordar el fichaje del argentino: el París Saint-Germain, el Inter de Milán y el Manchester City, dirigido por Pep Guardiola, el entrenador que hizo explotar el rendimiento de Messi. En Argentina la noticia sobre el capitán de la selección albiceleste cayó como una bomba y casi todos los cañones apuntaron contra Koeman.
La frase de Koeman que alejó a Messi fue "que se terminaron los privilegios en el plantel, que hay que hacer todo para el equipo" y que será "inflexible", dijo el diario deportivo "Olé". Los medios generalistas de ese país suprimieron sus titulares principales dedicados habitualmente a hechos políticos para reemplazarlos, con gran despliegue, por el portazo de Messi al Barça. Con información de la AFP.