Felicidad se debería sentir en el atletismo colombiano por las medallas de plata de Anthony Zambrano y Sandra Lorena Arenas, pero esto se ha visto empañado por un incidente entre el deportista Bernardo Baloyes y Ramiro Varela, presidente de la Federación Colombiana de Atletismo, en el que el primero acusa al dirigente de haberlo maltratado y humillado.
SEMANA habló en exclusiva con Baloyes, quien manifestó su descontento por el trato de Varela, quien aclaró las versiones de medios de comunicación sobre lo sucedido.
Baloyes iba a a disputar las pruebas de 200 metros planos y era suplente del relevo de los 4x400 metros con Colombia, en la que se buscaba llegar a la final, junto con Anthony Zambrano, pero una lesión lo marginó de esta posibilidad.
Por eso, Varela le pidió que le devolviera el uniforme y los viáticos que le habían entregado por su participación en las justas.
“Estoy muy triste por todo lo que pasó porque Ramiro Varela me pidió de manera no adecuada que le devolviera los viáticos y el uniforme que nos dieron. Eso me dejó muy triste y pido respeto porque no soy cualquier atleta, soy Bernardo Baloyes, corredor de élite, y no es justo que por no correr me devolvieron a Colombia el mismo día”, explicó el atleta.
De acuerdo con Baloyes, el tono del pedido no fue el correcto: “Eso no se hace, en vez de apoyarme me estaba levantando la voz, pero yo respeto a las personas mayores”.
Sobre lo sucedido, Baloyes explicó que logró recuperarse de una lesión, pero en Tokio se resintió por lo que ya no pudo estar en competencia.
“Yo me estaba recuperando de una tendinitis en el tendón rotuliano. Me recuperé. Cuando estaba en Tokio haciendo el calentamiento me resentí mucho de la rodilla. Hablé con el doctor y le expliqué lo que estaba pasando. Quedé muy triste porque ir a unos Juegos Olímpicos y no competir es muy duro para un atleta que se prepara cuatro años”, explicó.
SEMANA tuvo acceso al informe médico que confirma lo sucedido y señala : “Bernardo Baloyes, quien presenta dolor agudo en rodilla, el cual se documenta por ecografía una tendinopatía rotuliana, la cual lo incapacita por el grado de dolor para competir”.
Lo que indignó a Baloyes fue el episodio de que le pidieran de vuelta el uniforme que le correspondía y estaba destinado para él por representar al país en Tokio 2020.
“El uniforme estaba destinado para mí porque cuando estaba en el aeropuerto de Bogotá me lo entregaron. ¿Por qué ninguno de mis compañeros está entregando los uniformes? Nunca en unos Juegos Olímpicos se pide el uniforme, o ¿acaso los demás países lo entregan?”, dijo sobre este episodio.
Este suceso también molestó a Caterine Ibargüen, según Baloyes: “Es una humillación brutal. Un atleta olímpico no se prepara un año para que lo traten así o le quiten el uniforme. Caterine estaba brava con él y ella sabe que fue verdad y los demás atletas”.
“Después, cuando lo veo a él, me quita el uniforme y los viáticos. Si quiere los viáticos, se los devuelvo, no tengo ningún problema. Pero lo que él hizo conmigo fue una falta de respeto, porque merezco respeto como yo se lo doy a ellos”, señaló el atleta nacido en Isla Fuerte, Bolívar.
“Todos los atletas fuimos a buscarlo para hablarle de lo que hizo pero no estaba. Lo que pido es que sea más educado, que tiene que dar ejemplo”, dijo sobre el incidente.
“Me he sacrificado demasiado. Me he ido de Colombia a hacer una preparación a Estados Unidos. Me pasa esto ahora y uno tiene un bajón por lo que no le deseo esto a nadie”, señaló sobre el episodio.
Baloyes también manifestó que ha recibido el apoyo de los atletas compañeros de delegación, quienes también han publicado mensajes en redes sociales pidiendo respeto por los deportistas.
“Muchas personas y atletas me apoyan. Me han dicho lo mismo que en diferentes deportes los han tratado así y eso se siente muy feo porque en vez de apoyar a los deportistas les están dando un maltrato. No me gusta lo que está pasando porque soy un atleta de élite y merezco respeto como él se lo merece. En esta oportunidad él falló”, dijo Baloyes a SEMANA.
“Gracias a Anthony y Caterine por su apoyo porque ellos saben todo lo que uno se sacrifica. Gracias a mi familia por el apoyo, a toda Colombia, y espero que esto no vuelva a pasar. Caterine y Anthony son los líderes de la Selección Colombia. También gracias a Mauricio Ortega que me ha estado apoyando, pero así es la vida y este deporte”, puntualizó.
Otra controversia fue en torno al retorno del colombiano que tuvo que regresar a Colombia después de que se confirmó su lesión: “Para mi casa yo salía el 5 de agosto de Tokio y yo les dije que el tiquete iba hasta cierto punto, pero ellos hicieron otra cosa. En vez de dejarme allá mismo me devolvieron a Los Ángeles”, manifestó el atleta.
Frente a las medallas logradas por Zambrano y Arenas, Baloyes expresó que se siente feliz porque representa el crecimiento del atletismo colombiano: “Admiración porque los colombianos participaron muy bien, lograron sus medallas gracias al apoyo de la Federación Colombiana, el Comité Olímpico, sus ligas y eso es muy importante porque el atletismo colombiano va creciendo”.
El atleta también envió un mensaje sobre lo sucedido y manifestó que quiere seguir representando a Colombia a nivel internacional.
“Quiero dar un mensaje muy grande que los deportistas nos levantamos cada día por un sueño y les pido que no dejen de luchar por lo que quieren, y pido respeto por los deportistas porque esto no debería pasar. Yo siempre voy a representar a Colombia con amor, con orgullo. Ser colombiano es lo mejor que me ha pasado en esta vida y siempre voy a representar al país con amor, cariño y dedicación.
La versión del presidente de la Federación Colombiana de Atletismo
SEMANA también habló con Ramiro Varela para que explicara el polémico episodio y empezó manifestando desconocer las denuncias del atleta: “No las conozco, unos comentarios periodísticos sí, pero no hubo tratos humillantes ni denuncias directas”.
“Al atleta Baloyes le solicité el martes 3 de agosto, respetuosamente, una petición legal y soportada en hechos, la que fue respondida con un no reiterado . Él se disgustó y se fue, eso es todo. Tampoco he tenido enfrentamiento con otros atletas”, manifestó Varela.
Frente a lo sucedido con el uniforme, explicó: “A los atletas se les entregó en Bogotá un uniforme de competencia Nike (de canje ) y, posterior a mi viaje, salió de la aduana de Bogotá la remisión de los uniformes para Olímpicos. Los atletas solicitaron uniformes de Olímpicos. Se les dijo que estaban en camino y se les entregó por parte del COC, al estar yo en otras actividades. Por ello, a todos se les pidió el uniforme inicial, porque tenemos el Mundial Juvenil de Nairobi y la dotación de ellos quedó incompleta. Unos entregaron y otros no. Y no pasó nada, Baloyes dijo no, y no pasó nada”.
Frente a la molestia de Anthony Zamrbano y Caterine, señaló que no habló con ellos del tema: “Yo no hablé con ellos sobre el tema del atleta Baloyes y no vi a Caterine. Con Zambrano hemos estado y hablado en cinco partes y nunca del caso Baloyes”.
SEMANA también tuvo acceso al informe de Varela al Comité Ejecutivo de la Federación Colombiana de Atletismo, en el que no coincide con la versión de Baloyes, pues manifiesta que él se negó a devolver parte de los viáticos.
“El atleta se disgustó con vehemencia… que lo sacaban de Tokio, que él no merecía ese trato. Se le explicó que no podía competir por decisión del mismo atleta y recomendación médica, etc. También se le explicó la devolución de los viáticos no soportados por el recorte de días en Tokio, que son dineros públicos y la devolución de uniformes, como se les explicó a todos los entrenadores y atletas, por habérselos entregado en Colombia los de competencia y posteriormente en Tokio uniforme completo. Él se negó, precisando que no devolvía parcialmente los viáticos, que podrían ser US$150 y que no entregaba uniformes, pues a él no le entregaron doble”, explica.
Además, se señala que el atleta sufrió la lesión antes de la competencia y no en Tokio, como sostuvo: “Según el médico, la lesión no ocurrió en el entrenamiento previo a competencia, como lo observó en la ecografía, era antigua; no hubo arranque de soberbia al atleta ni se le humilló, y menos públicamente. Fue una conversación pausada, en el apartamento, sin testigos, lo único fue que no se despidió; tampoco se le dijo que se fuera de la Villa Olímpica ni que devolviera “toda” la plata. E intervención de otros atletas no hubo con el COC o la Federación”, agrega el informe.