“Esa platica se perdió”, es el dicho que cerca de 3.000 hinchas pronuncian tras haber atendido el llamado de Dimayor, máxima entidad del fútbol colombiano, a través de sus clubes, el pasado 21 de junio de 2017, cuando se creó el enrolamiento en Colombia de obligatorio cumplimiento.
Dicho enrolamiento consistía en que cada hincha pagara cerca de 11.900 pesos para obtener un carné de identificación única. La idea era acabar la violencia en el fútbol.
Seis años después, ese enrolamiento no existe. Los desmanes han aumentado y solo en 2023 hubo disturbios en la tribuna sur del Atanasio Girardot, invasión de la cancha del Palogrande de Manizales, donde desadaptados intentaron agredir con armas blancas a los jugadores del Once Caldas; y como si fuera poco, Daniel Cataño, jugador de Millonarios, fue atacado por la espalda por un seguidor del Tolima, llamado Alejandro Montenegro, que saltó al terreno de juego del Manuel Murillo Toro.
¿Qué pasó con los más de 3 mil millones de pesos invertidos en el enrolamiento?
“Eso fue parte que se inició en la comisión anterior y se elevó a la Dimayor esa responsabilidad. Ahora la responsabilidad está en cabeza del Ministerio del Deporte. Ya hubo un proceso que se inició con unos hinchas que se carnetizaron y tenemos que responder”, aseguró Fernando Jaramillo.
El presidente de Dimayor, además, dio un parte de tranquilidad sobre los recursos.
“Estoy cruzando base de datos para saber cuántos son porque eso lo hizo un tercero. Esos recursos están y no se han perdido, vamos a ponerlos a disposición de la comisión”, dijo Fernando Jaramillo este jueves, 27 de abril, tras la comisión nacional para la seguridad, comodidad y convivencia en el fútbol, que se realizó en Bogotá.
En la reunión estuvieron Luis Fernando Velasco, ministro del Interior, y el viceministro de esa cartera, Gustavo García; asimismo, el presidente de la Dimayor, Fernando Jaramillo; el de la Federación Colombiana de Fútbol, Ramón Jesurún; la ministra del Deporte, Astrid Bibiana Rodríguez, y la Policía Nacional, el Ministerio de Educación y la Oficina de Desastres.
Otro punto de debate fue la instalación o no de las mallas en los estadios que fueron quitadas en 2011 debido al Mundial Sub-20 que se realizó en nuestro país. Dimayor insiste en que regresen, el Gobierno nacional asegura que es un retroceso como sociedad.
“En la ley está el tema de las mallas y en muchos estadios de Sudamérica existen por prevención de invasiones y aquí nos expresaron que no están de acuerdo. Hay que seguir trabajando para evitar la violencia en los estadios”, indicó Fernando Jaramillo.
Otro de los acuerdos a los que se llegó entre los 34 presidentes de los clubes de fútbol en Colombia es autorregular la relación con las barras bravas y que los equipos que sigan patrocinando a esta clase de hinchas con beneficios económicos pierdan de 10 a 15 puntos.
“Para llegar a esas sanciones hay que revisar el Código Disciplinario Único y en asamblea para castigar a los clubes que tengan preferencias con las barras”, concluyó el dirigente del fútbol colombiano.