Dani Alves aún no sale de la cárcel y ya tiene otro gran problema que solucionar en casa. A pesar de que consiguió la libertad provisional, el brasileño no tendrá días tranquilos porque le espera la tarea de definir el futuro de su relación matrimonial con la modelo española Joana Sanz.
Desde la captura del futbolista en enero de 2022, Sanz ha tratado de esquivar el tema del divorcio argumentando que no es el momento de dejarlo solo ante tan delicadas acusaciones que han caído en su contra.
Dicha posición le ha generado una lluvia de críticas y ataques por parte de colectivos feministas, que la señalan de ser supuesta cómplice de la violación por la que Alves fue sentenciado a cuatro años y medio de prisión en Barcelona.
Tras enterarse sobre el beneficio de libertad provisional, una de las reacciones más esperadas era la de la modelo española, que optó por guardar silencio y evitar recibir comentarios de sus detractores en redes sociales.
Una vez se conoció el fallo por parte de la Audiencia de Barcelona, Sanz decidió desactivar su cuenta de Instagram que permanecía en público, a pesar de todo lo que desencadenó el caso del famoso exjugador del Barcelona, Juventus y PSG.
Ahora mismo el perfil de la española no aparece en la red social y por lo pronto no se espera que tenga intención de comparecer en público a dar su pronunciamiento oficial sobre este nuevo capítulo en el escándalo que le ocasionó un caos de enormes proporciones en su situación sentimental.
¿Qué decía Joana Sanz sobre la víctima?
La única vez que Sanz concedió una entrevista en España para hablar del tema de Dani Alves fue en noviembre del año pasado, justo cuando se conoció que la Fiscalía pediría nueve años de cárcel por agresión sexual.
“Ahora estoy bastante mejor. Ya lo he asimilado todo. Ya puedo hablar. Estoy preparada. Al principio tenía mucho que asimilar. Había muchas preguntas que ni yo sabía responder”, explicó sobre el largo silencio que mantuvo tras la captura.
Cuando Sanz se enteró de la captura de su esposo estaba pasando el duelo por el reciente fallecimiento de su madre, otro golpe más que impactó directamente en su vida este año. “Lo inicial era mi madre. Él era secundario. Pasó a un segundo plano. Al principio estaba enfadada. No sabía qué era verdad y qué era mentira. Solo me llegaban cosas por los medios y los medios mienten mucho”, dijo a Telecinco.
La modelo aseguró que “necesitaba saber que si había habido una infidelidad”, pues sintió que Alves le falló “en un momento importante de mi vida. Se me cayó el mundo”.
“Seguimos casados. En un momento pedí el divorcio, pero no me lo quiso dar. Ahora no voy a entrar en esas discusiones. Se paraliza porque él no quiere. Me enfoco en otras cosas. Sigo estando y estaré siempre para él. El futuro dirá”, explicó.
La sorpresa mayúscula para los espectadores vino cuando Sanz confesó que sale regularmente de fiesta a la misma discoteca en la que, según la víctima, Dani Alves cometió la presunta violación. “Siempre he salido a esa discoteca. No voy a ningún otro sitio desde que vivo en Barcelona hace 19 años”, argumentó.
Por último, la pareja del brasileño reveló que intentó atentar contra su vida tras la captura y los detalles de la denuncia. “Es por todo esto. No podía más. Es muy duro. La estaba viendo morirse entre mis manos desde octubre. Acto seguido me enteré de la posible infidelidad de mi marido. El episodio de la daga fue tras la primera llamada de Dani Alves. Entré en una crisis de ansiedad muy fuerte. La peor de mi vida. Mi cabeza me dijo que no podía más”, declaró.