Nacho Fernández es uno de los jugadores de la plantilla del Real Madrid que cuenta con el honor de tener 5 Champions League en su palmarés. Surgido en la cantera del club blanco, a sus 33 años ha hecho todo el curso para ser un ‘merengue’ desde su debut hasta hoy.
Así como hay muchos que no logran saltar al primer equipo por la cantidad de estrellas que fichan cada temporada, a Nacho le ha tocado esperar paciente su oportunidad desde que vivía a la sombra de la dupla de centrales entre Pepe y Sergio Ramos. Ambos se fueron y el español nunca ha podido ser titular indiscutido, ahora detrás en la lista de Eder Militao y David Alaba.
Pero si hay algo que destacarle al nacido en Alcalá de Henares es que siempre aporta su ‘granito de arena’ cuando le toca salir al campo, sea como defensor central o como lateral, posición en la que le tocó adaptarse por las lesiones de Dani Carvajal y la necesidad de hacer una plantilla más polivalente al antojo de los técnicos que han llegado.
Quizás esa capacidad de tener paciencia para aprovechar sus minutos en cancha está enlazada con lo que vivió desde niño, al ser diagnosticado de diabetes tipo 1, enfermedad que incluso llegó a poner en duda su futuro como futbolista.
Fue su madre la que se percató de los primeros síntomas, luego de notar que tenía sed excesiva e incipientes ganas de orinar. La doctora que lo atendió le dijo que lo mejor era dejar de jugar fútbol, pero buscó a otro especialista y este le recomendó todo lo contrario, que hiciera más deporte para evitar los síntomas más agudos.
De ahí en adelante la insulina empezó a ser parte de su vida cotidiana, sumado a un estricto control en la comida del que tienen pleno conocimiento en el staff del Real Madrid. “El problema que tenemos los diabéticos es que no segregamos insulina y tenemos que pincharnos. Yo lo hago a la hora de la comida. Cuando haces deporte, tienes que prestar atención a que los niveles de azúcar no bajen mucho, es por eso que me controlan los médicos”, cuenta Nacho.
“Hace varios años que lo hago, así que estoy acostumbrado. Con el deporte, esta enfermedad se lleva mucho mejor. Es fácil ser diabético si estás bien vigilado”, reconoce el defensor central, que asegura nunca haberse sentido menos que sus compañeros en cuanto al estado físico.
Además de los cuidados del exclusivo departamento médico del cuadro merengue, en casa también sigue una dieta rigurosa. “La alimentación y el descanso son fundamentales cuando estás en un club del máximo nivel. Esto me ha hecho ser más responsable y cuidarme más”, agregó.
Lo cierto es que existen pocos casos de futbolistas activos que hayan sido diagnosticados con diabetes, pero uno de ellos fue Diego Armando Maradona, aunque fue cuando ya era mayor, caso totalmente diferente al de Nacho. La diferencia es que en la época actual los clubes grandes de Europa tienen múltiples mecanismos para hacer seguimiento a la salud de sus jugadores y pocas veces dejan algún detalle al azar en cuanto a la salud o las lesiones.
No es la misma suerte con la que corren las personas del común, siendo una de las enfermedades crónicas más comunes en la actualidad. Cuando la diabetes no se trata a tiempo, las complicaciones en el estado de salud pueden ser graves. Según explica la OMS, puede ser la causa de “ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y amputación de los miembros inferiores”. Por eso, es importante prestar atención a las señales que puedan presentarse al inicio de esta enfermedad.