La destreza y agilidad con la que se desplazó en la pista la atleta venezolana Yulimar Rojas dejó al mundo “boquiabierto”. Este domingo 20 de marzo, Rojas rompió su propio récord, alcanzando 15,74 metros, para coronarse campeona del mundo indoor de la disciplina del triple salto, por tercera vez en su carrera.

Las banderas de Venezuela no han parado de ondearse desde ese momento. La hazaña de la deportista en Belgrado 2022 es motivo de orgullo en su tierra y en cualquier lugar del mundo donde hay un migrante venezolano.

El anterior récord de Rojas (15,67) lo obtuvo en los Juegos de Tokio en 2021, donde se llevó la medalla de oro y superó la histórica marca que tenía desde 1995 la ucraniana Inessa Kravets (15,50 m).

Rojas logró este salto en su sexto y último intento. La atleta venezolana también tenía la anterior mejor marca mundial en sala, con 15,43 m lograda en Madrid en febrero de 2020. Es el tercer título en sala para la venezolana tras los logrados en Birmingham-2018 y Portland-2016.

La superioridad absoluta de la venezolana en esta disciplina, de la que también es doble campeona mundial al aire libre (2017 y 2019), quedó de nuevo en evidencia, distanciando en un metro a la medalla de plata, la ucraniana Maryna Bekh-Romanchuk (14,74 m).

Tras el oro en salto de altura de Yaroslava Mahuchikh del sábado, es la segunda medalla para la delegación ucraniana, formada por solo seis atletas en Belgrado debido a la situación de guerra que vive este país tras ser invadido por Rusia. Completó el podio la jamaicana Kimberly Williams, con un mejor salto de 14,62 m.

La española Ana Peleteiro, tercera en los pasados Juegos de Tokio, logró un mejor salto de 14,30 m, su mejor marca de la temporada, pero insuficiente para pelear por las medallas y muy lejos de los 14,87 m que le dieron el bronce olímpico. Más cerca lo tuvo la cubana Liadagmis Povea, que acabó en la quinta plaza con un mejor salto de 14,45 m.

Tras la hazaña que realizó este domingo la atleta venezolana, de 26 años, y que mide 1,92 metros de altura, los medios internacionales volcaron su mirada hacia esta apasionada deportista, que en el año 2020 fue elegida mejor atleta femenina del año por World Atletics.

El 1 de agosto de 2021 su nombre retumbó en los medios de comunicación del mundo, cuando obtuvo la medalla de oro de triple salto en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Tan solo con su primer salto, Yulimar Rojas marcó 15,41 metros, y batió el récord olímpico que Francoise Mbango había logrado en Pekin 2008, mientras que en su sexto salto alcanzó una distancia de 15,67 metros, rompiendo su propio récord olímpico y estableciendo un nuevo récord mundial en la disciplina al superar la marca de 15,50 metros hecha por la ucraniana Inessa Kravets en 1995.

“Fue un día de ensueño. Me encontraba en buenas condiciones físicas. Sabía que podía lograr algo aquí. Grandes sensaciones. Desde hace dos o tres días estaba muy bien, estaba entrenando, muy enfocada, focalizada en este mundial porque sabía cómo estaba y no quería dejar pasar esta oportunidad de poder conquistar esta marca tan estratosférica, tan grande, tan maravillosa, y más aún poder conquistar mi tercer título bajo techo”, declaró Rojas en una rueda de prensa realizada en Belgrado este domingo.

Su entrenador es Iván Pedroso, un cubano, nueve veces campeón del mundo de longitud, una vez campeón olímpico. “Este es su mundo. Una concentración constante. Una mirada siempre a su Iván Pedroso, atento en la banda, mirada analítica, severa, consejo firme. La técnica, la técnica. Olvídate del mundo. Ella no se olvida. El mundo, el público, el ruido, es su vida, su alimento. Al final del pasillo, antes de comenzar la visualización de su carrera, de elevar las rodillas en ángulo recto y dejarlas caer con un saltito, se vuelve al público y empieza a dar palmas con los brazos en alto, y el sistema de sonido del pabellón responde con un boom al ritmo de sus palmadas, y el público sigue, y ella corre lanzada, marca 11 impulsos”, reseñó en una crónica el diario El País, de España.