El pasado miércoles 23 de febrero el presidente ruso Vladimir Putin anunció el inicio de una operación militar en Ucrania, lo que se ha convertido en un escenario bélico cada vez “más brutal”, según lo advirtió este lunes el jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, quien denunció el elevado número de víctimas civiles.

“Más de 500.000 refugiados huyeron de Ucrania hacia países limítrofes”, indicó en Twitter el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Filippo Grandi. Poco antes, la oficina de Grandi había informado que se habían registrado 499.412 refugiados, que huyen de los duros combates entre el Ejército ruso y el ucraniano.

Este hecho ha generado controversia en todo el mundo y la reacción de los diferentes personajes, hasta del mundo del fútbol. Uno de ellos fue el actual jugador del Fuenlabrada, Roman Zozulia, quien en declaraciones al medio El golazo de gol, afirmó que “esta guerra la vamos a ganar. Putin hijo de pu...”.

En días pasados, el futbolista habló sobre el conflicto que vive su país con Rusia, a través de su cuenta de Facebook: “Ucrania y Rusia nunca hemos sido naciones hermanas, porque los hermanos no tratan de imponer su inferioridad (sic) y atar una soga al cuello. Siempre hemos sido un hueso en la garganta de los poderosos. En varios períodos históricos se buscó someter, dejar morir de hambre, perseguir y matar por el derecho de hablar en nuestra lengua, expresar una opinión y buscar la independencia. Cuanto más apretaron, más fuertes salimos. Nunca sufrimos el síndrome de Estocolmo, solo una falta de percepción de su violencia y control”.

Vale la pena recordar que centenares de ucranianos, sobre todo niños y mujeres –puesto que los hombres en edad de combatir están obligados a quedarse en el país– huyeron en trenes llenos, en coches e incluso a pie con sus maletas.

Polonia acogió a gran parte de ellos, unos 281.000, según los últimos datos de Acnur. Los guardias fronterizos polacos indicaron que el pasado domingo cerca de 100.000 personas llegaron desde Ucrania, y más de 28.000 lo hicieron durante la noche del domingo al lunes. En ese país, donde ya vivían 1,5 millones de ucranianos antes de la ofensiva rusa, la gente se organiza en las redes sociales para recaudar dinero, medicamentos y también ofrecer viviendas, comida, trabajo o transportes gratuitos a los refugiados.

Por su parte, Hungría acogió a 84.586 de ellos, precisó el lunes Acnur. Este país cuenta con cinco puestos fronterizos con Ucrania y varias ciudades limítrofes, como Zahony, y pusieron a disposición edificios públicos para alojar a ucranianos. Algunos civiles acudieron allí para ofrecer comida o ayuda.

En Moldavia, unos 36.398 refugiados llegaron el lunes, mientras que a Rumania, la Acnur estima que ya hay 32.517 procedentes del país en conflicto. Se han instalado dos campos, uno en Sighetul y otro en Siret, donde hay unos 40 residentes que serán trasladados a otros centros de acogida.

Finalmente, unos 30.000 ucranianos viajaron desde el jueves a Eslovaquia ante la amenaza de la guerra, según Acnur. La agencia de la ONU precisó que 34.600 ucranianos se refugiaron en otros países europeos, más alejados de las fronteras.

Víctimas civiles en Ucrania

Al menos once civiles habrían muerto durante los bombardeos rusos sobre barrios residenciales de Járkov, la segunda ciudad de Ucrania cercana a la frontera rusa. Así lo anunció el gobernador regional este lunes 28 de febrero, además de afirmar que teme que haya más muertos en esa región del país.

“El enemigo ruso bombardea barrios residenciales”, escribió el gobernador regional Oleg Sinegubov en las redes sociales. “A causa de los bombardeos, que se siguen presentando, no podemos utilizar los servicios de rescate (...). Actualmente hay once muertos y decenas de heridos”, añadió.

“Lo que está pasando en este momento en Járkov ¡es un crimen de guerra!”, declaró, “es el genocidio del pueblo ucraniano”, dijo Sinegubov, que habló de disparos de “artillería pesada”. “Decenas de civiles han muerto de día, cuando la gente va a la farmacia, a hacer sus compras o a buscar agua”, afirmó el gobernador, que recordó que en los barrios atacados no había “posiciones de las fuerzas armadas” ucranianas.

El pasado domingo, Sinegubov anunció que la ciudad de 1,4 millones de habitantes del noreste de Ucrania estaba bajo “control total” de las fuerzas ucranianas, horas después de haber evocado una “incursión” rusa y combates en la calle. Dmitri Peskov, el portavoz del Kremlin, afirmó el lunes durante su declaración diaria ante los medios que “los militares rusos hacen todo lo posible” para “asegurar a los civiles” en Ucrania.

*Con información de la AFP.

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