Si algo le faltaba al Barcelona tras la gran polémica que ha generado el ‘caso Negreira’ era que la Uefa considerara la opción de descalificarlo de la próxima Champions League.
Los catalanes han encadenado dos temporadas consecutivas quedándose en fase de grupos y veían la temporada que viene como una opción de revancha, sin embargo, podrían quedar eliminados mucho antes de iniciar, todo por las investigaciones que adelanta la confederación europea ante las denuncias de pagos hechos durante una década al exvicepresidente del comité de árbitros, José María Enríquez Negreira.
El pasado, 23 de marzo, la Uefa confirmó que abría expediente contra el club catalán, aviso que abrió la puerta a una fuerte de sanción de la que ya han sido víctimas otros grandes equipos europeos.
Pasados dos meses, el diario ABC dio a conocer las primeras conclusiones de la investigación adelantada por los dos inspectores nombrados por la Uefa, Jean Samuel Leuba y Mirjam Koller Trun, que concluyen, según el medio español, que el Barça debe ser sancionado con un año sin participar en competiciones europeas.
La supuesta decisión, que se dará a conocer el 12 de junio, argumenta que el Barcelona “ha violado el marco legal del organismo europeo” y no ha podido demostrar su inocencia en este caso.
Hace unos días, el club catalán había recibido la licencia de la federación española y parecía destinado a competir en la Champions 2023/24, pero las cosas han cambiado. Ahora la decisión depende de la Uefa y existen tres escenarios posibles: que el Barcelona no reciba sanción deportiva y pueda participar en la Champions, que se produzca una suspensión por un tiempo determinado o que mantengan la expectativa hasta que el proceso penal que se adelanta en España llegue a su fin.
Barcelona, por su parte, tendrá la oportunidad de defenderse y presentar la documentación necesaria para evitar un castigo como la descalificación de los torneos europeos. El presidente Joan Laporta ha estado en contacto con Aleksandr Ceferin, presidente de la Uefa, intentando calmar las aguas en este sentido.
Laporta niega la corrupción
Ceferin ya ha dicho públicamente que las acusaciones contra el Barcelona son muy graves y requieren de un estricto seguimiento ante supuestos actos de corrupción y amaño de partidos por varios años en la liga española.
Laporta, por otro lado, niega que los pagos hayan estado dirigidos a recibir beneficios arbitrales. “El FC Barcelona no ha cometido ningún delito de corrupción deportiva. En este ‘caso Negreira’, se prestaban unos servicios, documentados con facturas. Por eso, entiendo que queda claro con estos servicios que no había corrupción deportiva”, aseguró en abril, rindiendo cuenta ante los socios y la prensa.
El presidente aseguró que el Barcelona nunca quiso alterar ninguna competición deportiva. “El club no ha realizado jamás ninguna actuación que tuviese como objetivo final o intención alterar la competición para conseguir algún tipo de ventaja deportiva”, reiteró en este sentido. “No podrán encontrar un gol, una jugada, un penalti, que nos haya beneficiado por el pago de estos servicios de informes arbitrales. No lo encontrarán, porque no lo hay”, quiso dejar claro.
Para Laporta, el club es víctima de una campaña de desprestigio. “Es el ataque más feroz que está sufriendo el FC Barcelona en su historia. Pido a los barcelonistas que nos mantengamos unidos en la defensa del escudo y de nuestra esencia fundacional y de nuestro modelo de propiedad”, se dirigió a sus aficionados.
Sobre los 7,3 millones de euros pagados a empresas de los Negreira, pidió que se tuviera en cuente el periodo en que se hicieron; entre 2001 y 2018. “Este dinero se ha pagado durante 18 años. Se han pagado por unos informes importantes, que eran necesarios, que debían ser hechos por alguien con trayectoria importante en el mundo (el arbitral)”, argumentó.