Un emotivo partido de siete goles se llevó a cabo entre Junior de Barranquilla y Águilas Doradas el pasado 22 de septiembre. Quien terminó como el ganador en la fecha 11 de la Liga BetPlay 2024-II fue el cuadro dorado, que sorprendió al rojiblanco por 3-4.

Tres anotaciones de penal, un gol en contra, expulsiones y una gran polémica al final del juego por una mano clara en contra de los locales generaron que el compromiso terminase en un gran escándalo, además de que hubo tensiones entre los miembros de los clubes en pleno campo y fuera del estadio, y se desataron disturbios en la afición local.

Junior de Barranquilla durante los actos protocolarios en el estadio Metropolitano. | Foto: Colprensa

Para los de Junior, el malestar se produjo luego de que en el tiempo agregado que dio el árbitro central, Jhon Alexander Ospina, se produjera un contacto con la mano del volante Guillermo Celis, mismo que pudo haber sido catalogado como un claro penal a favor de los locales.

Si bien el contacto se evidencia como sumamente claro, el juez no dio lugar a una revisión con el VAR y causó un malestar entre los junioristas, que vieron cómo un error su decisión final y por consiguiente los afectó, pues de haberles otorgado esa pena máxima, al menos un punto habrían sumado en la tabla de posiciones.

César Farías, entrenador de los barranquilleros, quien hace apenas un par de partidos arribó, en rueda de prensa se refirió a la mencionada acción. Allí, comparó el rasero que tuvo el árbitro para pitarles en contra una acción, pero no la otra, a favor suyo: “Si la de Víctor era mano (…), la de Celis no era mano, era manaza”.

Guillermo Celis, quien fuese el directamente implicado en la mano por ser a quien le pegó el balón en su extremidad, aceptó tras el compromiso en zona mixta que el contacto sí se terminó produciendo: “Sí, el balón me pega en la mano, pero es interpretación del árbitro”, confesó a algunos medios.

Sin embargo, en defensa suya y de la decisión que al final terminó tomando la terna arbitral, explicó cómo se dio la secuencia: “Primero le pega a un compañero mío y por eso creo que no pita el penal, porque primero el compañero intenta rechazar, y de ahí me pega en la mano”.

Al final, con el resultado a su favor, no lanzó señalamientos para nadie y se conformó con que, esta vez, la decisión fue a su favor: “Son interpretaciones, así es esto, obviamente hoy nos sirvió a nosotros para ganar el partido, si no hubiera sido otra cosa, pero es así, esto es fútbol y hay que seguir”.

Explicación de la polémica contra Junior

Con el anhelo de aclarar más todo, la cuenta El Var Central, acostumbrada a hacer análisis arbitrales, aseguró: “Sí, puede ser sancionable y penal. El brazo de Celis no está abierto hacia un lado, pero está estirado completamente y gracias a ello termina bloqueando el paso de la pelota”.