Inter Miami se encontraba en la búsqueda de su segundo título desde la revolución que generó la llegada no solo del argentino Lionel Messi, sino también la de jugadores como Jordi Alba o Sergio Busquets, sumado a que en el banquillo está el técnico Gerardo ‘Tata’ Martino, quien entre muchos clubes estuvo al frente del Barcelona o de la Selección Argentina y de México antes de llegar a dirigir el conjunto del que es socio el ex jugador David Beckham.
Estas contrataciones se hicieron con el propósito de darle un nuevo aire al club que en ese momento permanecía en el fondo de la tabla de posiciones en la Major League Soccer y aunque ahora se encuentra en la penúltima casilla, está a tan solo cinco puntos de entrar a la zona de clasificación a la serie final.
Además, el pasado 19 de agosto se alzaron con el primer título de la temporada frente al Nashville en la Leagues Cup, partido en el que estuvo el reciente campeón del mundo en Qatar 2022, siendo uno de los protagonistas al marcar el único gol para los ‘rosados’. Finalmente, la serie se definió en la tanda de penales con 10 cobros realizados frente a nueve del conjunto oriundo de Tennessee.
La nueva final que jugaba el Inter Miami
Tras haber disputado varios encuentros de la U.S. Open Cup en los que salió victorioso, el conjunto dirigido por el ‘Tata’ Martino llegó a la final del torneo tras superar a rivales como el Cincinnati en las semifinales o al Birmingham en el duelo de cuartos de final y se encontraba en el decisivo duelo al Dynamo de Houston.
El juego que se realizó en el estadio DRV PNK del Inter de Miami frente a miles de aficionados que esperaban ver a su equipo coronarse nuevamente campeón en menos de dos meses tuvo una gran particularidad y sobre todo una mala noticia para los ‘rosados’, quienes no pudieron tener en cancha al argentino de 36 años por una molestia física que le ha impedido estar en el máximo rendimiento durante los últimos días.
Debido a esto y en compañía de su esposa Antonella Roccuzzo junto a sus tres hijos, Thiago, Mateo y Ciro, Messi vivió el emocionante duelo desde las graderías del estadio ubicado en Fort Lauderdale, Florida.
Así fueron las reacciones de Lionel Messi desde la tribuna del estadio
Desde allí el rosarino vivió con intensidad y emoción la gran final del torneo. Durante los primeros minutos, la cámara enfocó al astro del fútbol, quien se mostró con su tranquilidad y serenidad que lo ha caracterizado a lo largo de su carrera, sin embargo, a medida que fue pasando el tiempo y ante la superioridad del Houston, su comportamiento fue cambiando.
Las inquietudes, inconformidades y la angustia de ir por debajo del marcador permitieron que el argentino se mostrara expectante y ansioso por el resultado. En medio de la jugada en la que el juez central decretó el penal en contra, Messi colocó su mano en la cabeza en gesto de preocupación por lo que venía.
Sin embargo, el momento donde se vio a Lionel como un hincha más fue en los últimos minutos del duelo, cuando Leonardo Campana tuvo la oportunidad de empatar el juego, pero finalmente el balón se lo quedó el portero rival. En ese momento, Messi se tomó la cara y posteriormente se tapó la boca con sus manos, haciendo un gesto de incredulidad y sorprendido por lo que estaba viendo.
Finalmente, el juego terminó a favor del Dynamo Houston con un marcador de 1-2 y se quedó con el trofeo de la U.S. Open Cup. Ahora, el Inter de Miami deberá pasar la página y seguir sumando puntos en la MLS para seguir subiendo posiciones y poder clasificar a la fase final de la liga estadounidense.