James Rodríguez tuvo un partido soñado este lunes recibiendo a Panetolikos en el estadio Georgios Karaiskakis de El Pireo. El colombiano marcó doblete y además asistió al español Sergi Canós para un gol con una connotación especial, pues el reciente fichaje de Olympiacos sufrió hace unos días el fallecimiento de su madre Alicia Tenés.
Canós incluso ya había recibido un mensaje de apoyo desde Inglaterra, más exactamente desde el Brentford, que le dedicó su gol ante el Arsenal (1-1) el sábado, lamentando su perdida con una camiseta que decía “todos estamos contigo, Sergi”.
El volante español convirtió su primer gol vestido de rojiblanco luego de un centro desde el costado derecho que James bajó de pecho y le sirvió con la pierna derecha. Tras ver que el balón ingresaba a la portería, Sergi se levantó la camiseta y enseñó un mensaje que decía “Te amo, mamá”.
Al ver la desgarradora celebración, James se acercó a su compañero y lo abrazó mientras llegaba el resto de miembros del equipo. La imagen del colombiano consolando a su compañero viajó hasta España en cuestión de minutos, donde aplaudieron su gesto de solidaridad por el duro momento que pasa la familia de Canós.
Tal repercusión tuvo la celebración del mediocampista que se vio obligado a salir en redes sociales a agradecer el cariño de los hinchas de Olympiacos después del partido. “Me emociona escribir esto, tan pronto, pero es que quería dedicaros unas palabras a toda esa gente que ha estado conmigo esta semana tan dura. Con un mensaje, una llamada o con un abrazo. Os hemos sentido muy cerca toda mi familia”, escribió en Instagram junto a una foto de su festejo.
“Me siento increíblemente feliz de haber sentido que mi mamá os transmitía lo mismo que a nosotros. ALEGRÍA. Y así debe de seguir, porque no estamos tristes, solo te vamos a echar mucho de menos mamá. Seguiremos luchando con una sonrisa por ti”, agregó en memoria de su madre.
De vuelta a la senda victoriosa
El gesto de solidaridad de James tuvo su recompensa minutos después, cuando cobró un penal para el segundo gol de su cuenta frente a Panetolikos. El primero había sido de cabeza a los 61 minutos tras un centro de costado que atacó al primer palo con un potente disparo, imposible para el arquero rival.
Gracias al partidazo que se jugó el colombiano, Olympiacos recuperó la sonrisa luego de haber caído goleado en la semifinal de Copa de Grecia frente al AEK (3-0). “Fue realmente una respuesta después del nocaut que sufrimos la semana pasada. Fue una respuesta y un exabrupto de los jugadores y entrenadores. A menudo nos vamos a los extremos aquí. De caliente a frío y de bueno a malo”, dijo el técnico Míchel González, en rueda de prensa.
“Definitivamente fueron los días más amargos que he vivido en esta familia desde que llegué y también noté cierta falta de respeto. Yo tampoco estoy aquí porque necesito trabajo y dinero. Estoy aquí porque amo al equipo y así me gusta. Soy una persona humilde y tengo una buena educación”, lanzó en ataque directo contra sus detractores en la prensa griega.
Míchel agradeció a sus dirigidos el compromiso para revertir la situación y golear solo unos días después del ‘descalabro’ copero. “Los futbolistas están muy contentos. No hay el más mínimo problema. Yo, que estoy aquí, les agradezco mientras les pido cosas. En esta sala lo he dicho muchas veces que cuando el equipo pierde es un responsable y cuando gana son los jugadores los responsables”, dijo.
“Para un entrenador no importa ni su pasado ni el amor que tiene. Importa que el equipo gane. Marcamos seis goles. No sabemos cuánto tiempo ha pasado desde la última vez”, sentenció el estratega español.