El Estadio Olímpico de Berlín no es ajeno a cómo la capital alemana convive con su memoria. Esta ciudad decidió mantener en pie parte de su histórico Muro de Berlín, que dividió a sus habitantes durante 28 años, de 1961 a 1989. También mantuvo en pie los campos de concentración de la Segunda Guerra Mundial (1939 a 1945), siendo el de Sachsenhausen uno de los más cercanos a la capital alemana, a aproximadamente 45 minutos. Esto por nombrar, tan solo, dos de los cientos de elementos y locaciones en Berlín que dan cuenta de la historia que tiene esta ciudad y que, en su momento, conmovió al mundo.
Otra estructura que respira memoria es el Estadio Olímpico de Berlín, sede de la final de la Eurocopa 2024 entre las selecciones de España y de Inglaterra, este 14 de julio de 2024. El Estadio Olímpico de Berlín (en alemán Berliner Olympiastadion) nació por cuenta de la designación de la ciudad de los Juegos Olímpicos de 1936.
El diseño corrió por cuenta de los hermanos arquitectos Werner March y Walter March, quienes tuvieron que acondicionar su propuesta a las condiciones de un régimen nazi que, sin saberlo en ese momento, haría estallar la Segunda Guerra Mundial tres años después, en 1939.
En el marco de esas intenciones de hacer del estadio un fin propaganístico, los anillos característicos de los Juegos Olímpicos fueron colgados entre dos torres idénticas hechas de piedra. Son seis las estructuras construidas con el ánimo de mostrar poder. Al caminarlo, existe una extraña combinación de la modernidad en su silletería, en la grada, en contraste con las columnas de la parte exterior. Tiene mucha similitud con el Coliseo Romano, una de las siete maravillas antiguas del mundo ubicada en Roma (Italia) y una señal de que el nazismo quería transmitir poder.
Para ese momento, vale recordar, el Partido Nazi dominaba el escenario político de una Alemania golpeada por la crisis económica que empezó a golpear al mundo en 1929, crisis que se conoció a nivel global como La Gran Depresión. Corría el año de 1936, Berlín era sede de los Olímpicos y el canciller de Alemania Adolf Hitler, en el poder desde el 30 de enero de 1933, quería una sede con fines propagandísticos, de poder, de grandeza. De hecho, no se construyó el estadio solo, sino que se hizo una ciudad olímpica, un complejo en sus inmediaciones que se conoce como el Olympiapark.
En el marco de la Segunda Guerra Mundial, el Estadio Olímpico de Berlín, también referido como el Olympiastadion, se mantuvo en pie, tiempo durante el cual su estructura se utilizó como una fortaleza de los nazis, un centro de almacenamiento de comida y munición, un refugio para los nazistas.
Cuando Alemania perdió la Segunda Guerra Mundial, los países vencedores, la Unión Soviética, Reino Unido, Francia y Estados Unidos analizaron cómo repartirse la torta de Alemania. Y fue cuando, el 23 de mayo de 1949, los tres últimos crearon la República Federal de Alemania. El 7 de octubre de ese año, la entonces URSS le dio vida a la República Democrática Alemana. El Estadio Olímpico de Berlín, en ese momento, quedó a órdenes de Estados Unidos y la historia da cuenta de cómo se jugaron allí partidos de fútbol americano.
Bundesliga
El Estadio Olímpico de Berlín volvió a su esencia luego de 1963, cuando se fundó la Bundesliga, el campeonato del fútbol alemán. Se constituyó en la sede del Hertha Berlín y, posteriormente, en la Alemania ocupada, fue sede de la Copa del Mundo de la Fifa, en 1974.
Desde entonces ha albergado toda suerte de eventos, conciertos y campeonatos. Con la caída del Muro de Berlín, en 1989, y la reunificación de Alemania, el 3 de octubre de 1990, la sede de esta final de la Eurocopa 2024 fue albergando múltiples partidos de fútbol y competencias de atletismo.
En 2006, con la sede de la Copa del Mundo Fifa para Alemania, el estadio fue renovado, pero se decidió conservar gran parte de su estructura, convivir con su memoria, con su historia. Fue allí donde, en dicha cita mundialista, Zinedine Zidane le propinó el cabezazo a Marco Materazzi en el Francia 1- Italia 1 que terminó consagrando campeón a los italianos luego de una dramática tanda de penales que quedó 5-3.
En 2015, en esta sede se disputó la final de la Liga de Campeones de Europa, la Champions, entre Barcelona, de España, y Juventus, de Italia. Aquel 6 de junio, el conjunto culé se alzó con el título, el cual no ha vuelto a ver tras nueve años. Tras esta final de 2024, el recinto albergará por su nueva cita con la historia.