El delantero centro del Atlético de Madrid Luis Suárez, y el centrocampista del AS Mónaco, Cesc Fábregas, grandes amigos de Lionel Messi y Neymar, mostraron su apoyo en redes a la estrellas argentina y brasileña del París Saint-Germain, abucheado el domingo en el Parque de los Príncipes.
“Como siempre, el fútbol sin memoria ¡Siempre con ustedes! ¡Los quiero mucho!”, escribió Suárez en una publicación efímera en Instagram, acompañando el texto de una foto junto a Messi y Neymar, también abucheado el domingo.
“El fútbol no tiene memoria... qué vergüenza. Siempre con vosotros, hermanos”, escribió por su parte en Twitter el centrocampista del AS Mónaco Cesc Fábregas, que compartió equipo con el argentino en Barcelona (2011-2014), su club de formación.
Cuatro días después de la eliminación en octavos de final de Liga de Campeones contra el Real Madrid (1-0 en la ida, 3-1 en la vuelta), Messi y Neymar fueron silbados y abucheados en el Parque de los Príncipes durante el partido contra el Burdeos (3-0), en el momento de presentación de los jugadores y cada vez que tocaban el balón.
El sábado, los aficionados ultras del París SG pidieron a la dirección parisina su “dimisión”, por primera vez desde la llegada de los propietarios cataríes. Una consigna de nuevo lanzada en una pancarta y con gritos el domingo.
Durante este domingo, El Parque de los Príncipes recibió a sus jugadores con silbidos, a excepción de Kylian Mbappé —cuyo nombre fue aclamado—, este domingo antes de partido de la Ligue 1 ante el Girondins de Burdeaux, el primero después de la dolorosa eliminación en Madrid en Liga de Campeones.
Las mayores andanadas de silbidos fueron dedicadas a Neymar y a Lionel Messi, decepcionantes contra el Real Madrid (3-1) el pasado miércoles en la vuelta de octavos de Champions. El entrenador argentino Mauricio Pochettino tampoco se libró de los silbidos del público.
Cuando el speaker lanzó, como es habitual, los nombres de los jugadores, solo una pequeña parte del público coreó los apellidos. La mayoría se decantó por los silbidos. Solo Kylian disfrutó de un sonoro “¡Mbappé!”.
La curva de Auteuil, que alberga a los más fervientes seguidores del PSG, solo estaba parcialmente ocupada al inicio del partido. Esta tribuna también coreó un cántico insultante en lugar del tradicional ‘Allez París Saint-Germain’ (Vamos París Saint-Germain).
El sábado, en un comunicado titulado ‘Dirección dimisión’, el Colecivo Ultras París (CUP) hacía un llamado a “mostrar nuestro descontento, y pedimos a todos los que quieren al club que se unan a nuestras acciones sin violencia”.
En los primeros compases del partido, Neymar fue abucheado en cada balón que tocó e incluso una falta sobre él fue celebrada por una parte del público. Auteuil insultó después al brasileño.
Cada vez que Messi tocaba la pelota, la afición local lo abucheaba, como si se tratara de un jugador visitante. Ese recibimiento hostil hizo que Neymar no celebrara el gol que marcó en el segundo tiempo y, por el contrario, golpeara la red con frustración, antes de chocar las manos con sus compañeros de equipo.
Gianluigi Donnaruma, el gran señalado por aquel error en el primer gol de Benzema, tuvo que ver el partido desde el banquillo, permitiendo que el costarricense Keylor Navas estuviera bajo los tres palos.
El partido terminó 3-0 gracias a los goles de Mbappé al minuto 24, Neymar al 52 y el argentino Leandro Paredes sobrepasada la hora de juego. Con este triunfo, el París Saint Germain llega a 65 puntos en una Ligue 1 casi decantada a su favor.
*Con información de la AFP.