En medio de su espectacular desempeño en la Copa América 2024, James Rodríguez sigue siendo tema de conversación en los medios brasileños.
São Paulo está decidido a escuchar ofertas para romper el contrato que tienen firmado hasta 2025, pues reconocen que la relación ya está desgastada luego de que Luis Zubeldía lo borrara de las convocatorias para la Copa Libertadores y el Brasileirao.
Pero no es el único entrenador que ha tenido roces con James en Brasil. Thiago Carpini, que apenas estuvo unos meses al frente del banquillo como reemplazo de Dorival Júnior, casi se convierte en el causante del divorcio definitivo entre el volante cucuteño y la dirigencia del conjunto paulista.
Casi tres meses después de su destitución, Carpini rompió el silencio y habló sobre el problema que tuvo con James en los días previos a la Supercopa de Brasil que le ganaron a Palmeiras.
James “se negó”, dice Carpini
A raíz de supuestos problemas físicos, Carpini descartó la participación de James en aquella final, pero le pidió que viajara con el resto del grupo a Belo Horizonte para una eventual celebración. De acuerdo a lo que informaron medios de ese país, el colombiano prefirió quedarse en casa y vio la victoria tricolor desde lejos provocando la molestia en el presidente Julio Casares y su grupo de trabajo.
Días después de esa situación, se supo que James había pedido la rescisión del contrato a la espera de ofertas en otro destino. Al no llegar a un acuerdo, fue el propio jugador el que bajó la cabeza y pidió perdón por su actitud en pleno inicio de la temporada.
“Él (James) no jugó con Dorival y en otros clubes en los que ha estado ha tenido dificultades, pero en la selección nacional puede rendir, eso es algo que intriga a los aficionados, a la prensa y a nosotros también”, declaró Carpini en entrevista con UOL.
Para el estratega brasileño la salida de James estaba cantada desde antes de su llegada. “Mi pregunta con James fue muy peculiar, porque a los pocos días de mi llegada se decidió que James ya no sería parte del contexto y se iría de São Paulo”, explicó.
“Aún así llevamos a todos los atletas a la Supercopa, lo invitamos a estar con nosotros, y él se negó, no fue. Entonces, no sé por qué, fueron cuestiones internas, lo tuvieron que reincorporar y no se fue”, relató.
“Y fue así, James se queda o no se queda, y eso se interpuso un poco, estaban sucediendo cosas, yo tenía mi criterio y no iba a pasar por alto las cosas y pasar a James por delante de nadie”, fue su posición en ese momento de tensión.
Carpini, dijo luego: “Todo club grande necesita de ídolos y creo que la afición incluso intentó transformarlo en ese ídolo. La gente lo vio en algunos momentos del día a día con esa incertidumbre de si se quedaría o no para ocupar ese espacio”.
Carpini y James separaron sus caminos en abril de este año, antes que Zubeldía llegara a empeorar aún más la situación del colombiano, que pasó de suplente a ni siquiera aparecer entre los convocados.
El estratega de 39 logró a su vez a convertirse en nuevo técnico del Vitória de Salvador Bahía, con el que ya lleva algunas semanas de trabajo. “Esta vez la idea no era un período sabático, como lo fue el cambio de Água Santa a Juventude, sino simplemente esperar a que se asiente un poco el polvo de todo lo vivido durante este período, reflexionar un poco sobre los errores y aciertos y aceptar este nuevo desafío para Vitória”, confesó.