Compleja y triste fue la situación que se vivió el pasado 21 de noviembre en medio del juego por la eliminatoria suramericana rumbo al Mundial 2026. En el estadio Maracaná, en Río de Janeiro, hubo enfrentamientos entre la Policía local y aficionados de Argentina, de los cuales varios salieron lastimados dando muestras de la agresividad usada por las autoridades.

Conmebol, como uno de los entes más importantes del balompié suramericano, salió un día después a reprochar dichas prácticas, diciendo: “Condena toda forma de violencia y cooperará siempre con acciones que apunten a desterrar la violencia, el racismo, la xenofobia y la discriminación”.

En el comunicado oficial, a través de su página web, añadieron: “En este sentido, la Confederación Sudamericana viene trabajando sistemáticamente en la erradicación de este flagelo que afecta al fútbol suramericano y mundial; y se pone a disposición para continuar colaborando en toda iniciativa que busque erradicar la intolerancia y la violencia en el deporte”.

“Así mismo, deja constancia que la Conmebol no es organizadora de las clasificatorias a la Copa del Mundo. La elaboración de las normas que rigen la clasificatoria, así como la decisión de abrir una investigación y la aplicación de eventuales sanciones, son atribuciones exclusivas de la Fifa”, cerraron hablando del trabajo que realizan para preservar la seguridad.

La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) y las autoridades encargadas de la seguridad en el superclásico entre Brasil y Argentina fueron acusadas este miércoles de permitir una “tragedia anunciada” en las tribunas del Maracaná, antes del partido disputado en la víspera.

El día anterior al encuentro que acabó con triunfo de los albicelestes por 1-0, la Asociación Nacional de Hinchadas Organizadas (Anatorg, por sus siglas en portugués) había advertido que, de no definirse un sector visitante, las ‘barras’ de Brasil y de Argentina estarían “en el mismo espacio de la tribuna”.

Policía golpea a un hincha argentino en medio de los disturbios en el estadio Maracaná. | Foto: AFP or licensors

Infantino también alzó la voz

El presidente de la Fifa, Gianni Infantino, condenó este miércoles los enfrentamientos que retrasaron en casi 30 minutos el superclásico el martes entre Brasil y Argentina, en Río de Janeiro.

“La violencia en el fútbol es totalmente inaceptable, tanto dentro como fuera del campo de juego”, declaró el máximo dirigente del fútbol mundial en su cuenta de Instagram, en inglés, español y portugués.

Gianni Infantino, presidente de la Fifa. | Foto: REUTERS

“Este tipo de sucesos, como los ocurridos durante el partido de clasificación para la Copa del Mundo de la Fifa entre Brasil y Argentina en el estadio Maracaná, son inaceptables en nuestro deporte y en nuestra sociedad”, prosiguió el dirigente ítalo-suizo.

Antes de infligir a los brasileños la primera derrota en casa de su historia en eliminatorias a la Copa del Mundo (0-1), los argentinos regresaron a vestuarios después de los himnos nacionales cuando se desató una pelea en la grada que fue reprimida con una intervención de la Policía haciendo uso de porras.

Pero la Albiceleste, vigente campeona del mundo, finalmente regresó al césped una vez la situación se calmó en las tribunas.

El inicio, previsto a las 7:30 p. m. en el estadio de Maracaná, tuvo lugar una media hora más tarde.

“Sin excepción, todos los jugadores, simpatizantes, personal y directivos tienen que sentirse seguros y protegidos para poder jugar y disfrutar del fútbol, y solicito a las correspondientes autoridades que garanticen que esto se respete en todos los ámbitos”, concluyó Gianni Infantino.

Contactada por la AFP, la Fifa explicó este miércoles que no ha abierto ninguna investigación disciplinaria, un proceso que precisa generalmente más tiempo, ya que la instancia debe recibir y estudiar el informe detallado del partido.

*Con información de la AFP.