Esta mañana, ante una corte en Nueva York, el que llegó a ser el hombre más poderoso del fútbol colombiano declaró en el marco del Fifagate, el peor escándalo de que se ha ventilado alrededor del deporte rey.Luis Bedoya, expresidente de la Federación Colombiana de Fútbol, aceptó haber recibido sobornos entre los años 2007 y 2015, según reportó Ken Bensinger, un reportero estadounidense que ha seguido de cerca el Fifagate.Entre las declaraciones de Bedoya, hay testimonios sobre sobornos que se habrían consumado y otros que solo habrían sido ofrecidos. Uno de los últimos sería el que ofreció el gigante de la indumentaria deportiva, Nike, para patrocinar a la Selección Colombia. El intento de soborno, según Bedoya, habría tenido lugar en Buenos Aires, donde en 2010, el exdirectivo se habría reunido con un emisario de la empresa.Sin embargo, el pago no se habría concretado y el contrato quedó en manos de Adidas que, indicó Bedoya, no actuó corruptamente para quedarse con el patrocinio.El expresidente de la FCF indicó también que en 2008 se conformó un grupo de seis países para, a cambio de coimas, manipular las decisiones de la Conmebol, el ente rector del fútbol en Suramérica. Y en 2010, a través de Mariano Jinkis, conoció el plan de torcer el contrato de los derechos de la Copa América Centenario, celebrada el año pasado, a favor de la empresa paraguaya Full Play.Puede leer: FIFA-Gate: Luis Bedoya se declara culpable de dos cargos de corrupciónEse plan, según Bedoya, llegó a su conocimiento a través de Jinkis, uno de los dueños de la empresa, con quien el colombiano ya había tenido relación, pues había organizado varios partidos amistosos de la selección tricolor.Para direccionar el contrato de la Copa América "se habló de que podría ser de un millón de dólares, un millón para cada presidente, pagado en dos cuotas de US $500,000", aseguró Bedoya ante la Corte, según el relato de Bensinger.Pero Bedoya no solo se refirió a su caso. También aseguró que Juan Ángel Napout, expresidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol, y Manuel Burga, su homólogo en Perú, también habrían recibido sobornos.Además, señaló que Luis Chiriboga, la cabeza de la federación ecuatoriana, también habría mostrado entusiasmo al conocer el plan de Jinkis para quedarse con el negocio de la Copa Centenario, que se realizó en Estados Unidos en 2016.Le recomendamos: Los bienes que tienen Luis Bedoya y su esposaDurante su declaración en Nueva York, Bedoya prendió el ventilador sobre las maniobras corruptas que habrían intentado los cataríes para quedarse con la sede del Mundial de 2022. Aseguró que a través del mismo Jinkis habrían tenido contactos con emisarios de Qatar para que apoyaran su candidatura.Jinkis habría dicho que podía pedir entre 10 y 15 millones de dólares para repartir entre seis federaciones de suramérica. Sin embargo, según la versión del colombiano, esos sobornos no se materializaron.Otros detalles publicados por Bensinger indican que Alejandro Burzaco, un empresario de medios deportivos argentinos, les habría dado 400.000 dólares anuales a los miembros del grupo de 6 países por los derechos de la Copa Libertadores. También, que Bedoya habría movido parte de ese dinero a través de una empresa en Uruguay y un banco en Miami.