James Rodríguez se está convirtiendo en la esperanza de São Paulo para el próximo año, que trae consigo la disputa de la fase de grupos de la Copa Libertadores y el anhelo por cortar con una larga sequía sin títulos en el Brasileirao.
Octubre ha sido probablemente el mejor mes de James desde que llegó a Brasil, mostrándose en mejoría constante de su condición física y aportando detalles de su calidad con goles y asistencias.
La presentación más destacada del 10 fue justamente el pasado fin de semana, cuando creó dos jugadas de gol en la goleada sobre Gremio (3-0). Al ser sustituido, recibió una ovación de la hinchada y en redes sociales lo llenaron de elogios por mostrar su compromiso con ganarse el puesto en la titular del tricolor paulista.
Y es que a James no le ha tocado fácil desde que llegó. A diferencia de Lucas Moura, el otro fichaje estrella de São Paulo, el colombiano llegó después de cuatro meses de inactividad tras su salida de Olympiacos, lo que influyó en que Dorival Júnior le diera pocas oportunidades de disputar las fases eliminatorias de la Copa Sudamericana y la Copa de Brasil.
El estallido llegó durante la final contra Flamengo. James fue suplente en la ida y no sumó ni un minuto, lo que provocó su molestia con las decisiones tomadas por Dorival, aunque respetó el trabajo de sus compañeros.
Para el partido de vuelta se suponía que el volante cucuteño iba a entrar si el partido lo demandaba, pero el cuerpo técnico optó por jugadores de más marca que ayudaran a mantener el resultado hasta el pitazo final con el que São Paulo se consagró campeón.
No obstante, antes del partido, James ya sabía que no jugaría y, como consecuencia, fue hasta la oficina de Dorival a encararlo y mostrar sus ganas de jugar, de acuerdo a lo que reveló Rafinha, defensor del club brasileño. “Estaba muy molesto. Pobre Dorival. Vas allí, intentas volar, pero es complicado, es un chico que siempre quiere jugar”, declaró en Boleiragem, del canal Sport TV.
Rafinha comprendió la reacción de su compañero al ser ‘borrado’ del equipo en una final. “Es un tipo muy profesional, respeta a todos, no dice nada. Él hace su parte. Cuando tiene un problema va y habla con el entrenador”, dijo.
Según lo contado por el lateral derecho, James habló de frente con el técnico y le pidió oportunidad de demostrar que estaba listo: “Tienes que confiar en mí. Confía en mí, soy un buen jugador. Puedes confiar en mí en cualquier situación”, habría dicho el colombiano en la oficina de Dorival.
“Sí, fue a la oficina. Fue a hablar con Dorival. Es un tipo muy profesional, se cuida mucho. Allí estuvo todo el staff, en la final, estuvo toda su gente porque se preparó mucho para participar en esos partidos”, añadió Rafinha.
A pesar del mal trago de no jugar ni un minuto, James celebró con todos sus compañeros y se alegró por el título de la Copa de Brasil, que además le permitirá volver a disputar la Libertadores después de casi varios años.
“Luego en la final estaba celebrando con nosotros, pero ya ves que estaba... cualquier jugador allí estaría envenenado. Luego intercambió ideas con la gente de São Paulo”, cuenta el brasileño.
Las cosas mejoraron después de esa conversación y James Rodríguez empezó a tener más oportunidades, al punto de ser considerado ahora como una pieza clave para terminar el año de la mejor manera. Dorival reconoció hace unos días que el paso por la Selección Colombia le sirvió a su dirigido para tomar ritmo de competencia y aportar toda su clase con mucha más contundencia, como se evidenció en el partidazo que jugó ante Gremio.