Independiente Santa Fe vive algunos días de calma en medio de la crisis que fue quedarse sin entrenador y al borde de una eliminación en la Liga colombiana. Tras el juego de fechas atrás ante Atlético Nacional en Bogotá, donde los en ese entonces dirigidos por Harold Rivera cayeron por 0-2, se vivió un clima hostil que cobró la cabeza del estratega ibaguereño. Ya sin él, la directiva debía ir hacia adelante y buscar alguien para el siguiente partido.
El exjugador de la institución Gerardo Bedoya fue el elegido para el interinato de tres partidos con el equipo bogotano. La llamada se dio sobre la madrugada y al siguiente día ya estaba entrenando al equipo. Para muchos, era una incertidumbre si el ‘general’ Bedoya era el hombre idóneo para hacerse cargo del equipo en estos momentos, además de darle ese impulso que lo metería en las finales del balompié nacional.
Sin embargo, un partido le bastó para demostrar que le dio un nuevo aire al cardenal y lo tiene a una victoria de colocarlo entre los ocho mejores. El pasado fin de semana goleó al Atlético Huila por 5-0, resultado que el equipo no tenía desde hace ocho años y que permitió un respiro absoluto a la plantilla, pues ahora dependerá de ellos ganar ante Once Caldas para meterse en la fiesta de los ocho.
Ante semejante resultado y cambio inmediato del equipo en su desempeño, reveló parte de las claves: “Hablé con (Christian) Marrugo. Siempre fui enfermo de una Selección Argentina, me tocó hasta enfrentarla, y estuve siempre en desacuerdo con (Marcelo) Bielsa. Nunca puso al goleador de la liga italiana, que era Batistuta, porque jugaba Crespo. Cómo es posible que no jueguen un par de goleadores juntos”.
Citando esta situación, habló de un movimiento que su antecesor, Harold Rivera, no hizo y que a lo mejor marcó la diferencia: “Pensé lo mismo acá, ¿por qué no pueden jugar Morelo y Rodallega juntos? Tienen un corte diferente, son goleadores. Morelo hace muchas diagonales y Rodallega aparte de eso pivotea bien, sostiene el balón, hace movimientos diferentes y tiene una gran cantidad de goles en su carrera. Esto me garantiza que si sostengo el cero atrás, tengo gol”.
Siguiendo con sus argumentos sobre ese ‘as bajo la manga’ con el que llegó, sumó: “Es imposible sacar a alguno de los dos y por eso opté por colocarlos, que hicieran movimientos diferentes, que se compenetraran y tuvieran ese compromiso. Simplemente lo hice. Afortunadamente salió, de lo contrario me hubiesen dicho que cómo lo hacía por ser ellos de un corte similar, pero quise hacerlo, quise comprometerlos y gracias a Dios que todo salió como pretendíamos”.
Sobre su futuro en el equipo, las posibilidades de quedarse en propiedad, señaló que va paso a paso: “A mí las cosas inesperadas no me gustan… Las cosas planificadas son mejores, pero se tomó una decisión y es imposible fallarle al doctor (Eduardo Méndez) y a Santa Fe. No todos los días uno tiene esta oportunidad. Venimos y tratamos de ayudar”.
“Me dijeron: “Dirija estos tres partidos”. Y estoy pensando en ello: ganarle a Once Caldas y listo, que se venga lo que se tenga que venir. Dios lo pone a uno en lugares y uno debe estar ahí basado en la voluntad que quiera. No he pensando en otra cosa diferente a estar acá. Vamos a ver qué va a pasar, pero lo más importante para mí es ganar este miércoles y que el equipo pueda estar en finales. De la noche a la mañana me cambió esto, pero si acepté venir es porque me gusta Independiente Santa Fe”, terminó.