Nas Mohamed tenía 11 años cuando descubrió que era gay. Ese descubrimiento llegó a su vida en un país donde le era prohibido ser homosexual y en un hogar donde no se aceptaba que ninguna persona fuera atraída por personas del mismo sexo.
En Qatar, la familia de Mohamed esperaba que cumpliera la mayoría de edad para que pudiera contraer matrimonio con una mujer que sus mismos padres habían elegido para él. En ese momento, en su país no había acceso a internet, así que Mohamed no podía contarle a nadie lo que estaba pasando ni dentro, ni fuera de ciudad.
Al entrar a la universidad, los papás de Mohamed empezaron a presionarlo más para que decidiera cuál sería la mujer de su vida con quien contraería matrimonio. “No quería casarme con una mujer, no era lo que mi corazón deseaba”, dijo Nas en entrevista con SEMANA.
Nas decidió salir de Qatar con algún pretexto y lo hizo con la excusa de que se haría doctor fuera del país, lo que lo llevó a San Francisco a terminar sus estudios en medicina y convertirse en médico. Su vida, su familia y la prisión emocional en la que vivía quedarían en el Medio Oriente, donde miles de personas sufren la misma situación que sufrió él al no poder expresar libremente su sexualidad.
“Ahora hay una falsa imagen de cómo Qatar tolera y acepta a la comunidad LGBTIQ+, lo cual es muy lejos a la realidad (...) ellos son violentos y homofóbicos”, aseguró Mohammed, agregando que todos los miembros de su comunidad sienten miedo al gobierno, a la sociedad y a su propia familia por la persecución sin ley contra ellos.
Nas Mohamed se ha convertido en un defensor de los derechos de la comunidad LGBTIQ+ fuera del país compartiendo historias similares en sus redes sociales todos los días, participando en la realización de documentales e investigaciones de diferentes medios en Alemania y Londres y publicando vivencias propias y de cercanos con Human Rights Watch, la organización no gubernamental dedicada a la investigación, defensa y promoción de los derechos humanos.
Nas tuvo que familiarizarse con el término: “terapia reformatoria”, una práctica usada por las autoridades para “reformar” a las personas homosexuales, según Mohamed; el gobierno usa una estrategia con “espías y agentes encubiertos para cazarlos” poniéndose citas para luego ser detenidos y llevados a calabozos incluso por meses donde son torturados y le son revisados sus celulares.
El catarí tuvo que pedir asilo para salir de su país, estando en un lugar “seguro” decide contarle a sus padres en el año 2015 sobre su orientación sexual y por qué no podía regresar a casa; “ese fue el principio del fin de la relación con mi familia” dijo Nas, asegurando que les fue muy difícil entender por la situación que estaba pasando su hijo y hasta el momento no aceptaron que fuera gay, él dejó de hablarles desde ese momento.
El ahora Doctor Mohamed habló de la religión y de sus contradicciones, asegurando que a pesar de haber nacido con una ideología religiosa muy fuerte, hoy no sigue ninguna organización religiosa por cómo “en Qatar se aplica la religión de una manera dictatorial de someter a las personas”, aseguró.
Nas no podrá volver a su país. Haciendo una analogía sobre lo que ocurre con el Mundial y la posibilidad de que se conozca más sobre su comunidad en medio del evento deportivo, el entrevistado dijo que Qatar es como una familia en la que se abusan los derechos de los integrantes, y cuando van de visita sus amigos, “pasan una maravillosa velada, pero después de la cena todo sigue igual”.
Actualmente, Mohamed trabaja en la prevención y el tratamiento del VIH, también es un activista de los derechos de la comunidad LGBTIQ+, creó una fundación sin ánimo de lucro para proteger a miembros de la comunidad dentro y fuera de Qatar.
“Hoy soy otra persona común en San Francisco y la gente se sorprende mucho cuando les cuento de donde vengo porque me he integrado muy bien de la vida acá” dijo Nas asegurando que hoy siente que es una persona libre.