Robert Mejía es uno de los colombianos que está en la Liga de Turquía. El Giresun Spor Klübü es su equipo, un club de fútbol de la ciudad de Giresun que queda a siete horas de Ankara, capital de ese país.
Mientras Mejía dormía en la concentración con cerca de 40 personas, sintió un fuerte temblor que lo obligó a salir de su cama de inmediato, mientras que su compañero, de sueño más pesado, no se dio cuenta de lo sucedido.
“Sentí que la tapa del baño se bajó y me asusté. Luego, era un temblor fuerte porque se movían las camas y las cosas de la habitación. Cuando pensé que era solo eso, estuvimos en el comedor y otra vez [tembló]”, relató en SEMANA.
Ahí no quedó el aterrador testimonio. “Jugadores, cuerpo técnico y todo el personal del sitio de concentración estábamos muertos de miedo y salimos todos corriendo”, dijo en SEMANA.
Mejía regresó a la cama, pero poco pudo conciliar el sueño y decidió prender el televisor. “Me di cuenta de lo que había pasado. Era horrible, aquí solo fueron dos temblores gracias a Dios”, señala con angustia en llamada telefónica con este medio.
Tras el devastador terremoto, a él y a otro colombiano en Turquía que está en su equipo, Alexis Pérez, ya les avisaron que los partidos fueron cancelados inicialmente por dos semanas.
También está al tanto de que los organismos de emergencia y el Gobierno les pidieron a los ciudadanos mantenerse resguardados en pisos bajos y que las ayudas como alimentos no perecederos, ropa, cobijas y demás pueden ser una gran donación.
El momento más duro de su relato surgió cuando contó: “El tema está muy complicado, nos dijeron que varios colegas están desaparecidos y un portero falleció”. Así describió, con tristeza, sobre lo que sabe de los clubes de Gaziantep, el epicentro del terremoto de 7,8 grados.
Luego, agregó: “Contra el equipo del lugar del terremoto ya jugamos, de hecho fuimos hasta ese lugar. No los recuerdo muy bien, pero es una tristeza para sus familias y para nosotros”, puntualizó.
Robert Mejía comparte equipo con Alexis Pérez y Jorman Campuzano. Sin embargo, a diferencia de sus compañeros, está solo en Turquía. Por eso ha seguido al pie de la letra las recomendaciones.
“Nos piden estar tranquilos y que estemos en partes bajas. En cualquier momento salir a la calle. De hecho me estoy quedando en el club porque yo vivo en un quinto piso. No quiero quedarme solo en un apartamento”, indicó.
Confesó tener miedo. Su familia a distancia ha sido el acompañamiento en momentos de caos.
“Tenía por lo menos 100 mensajes de seres queridos preocupados. He sentido miedo, no solo por mí, también por todo lo que se ve en los medios. Las imágenes aquí de todo lo que pasa, incluso en las redes son muy muy fuertes”, dijo a SEMANA y de paso envió un mensaje a todos los que se preocupan por él y sus colegas colombianos.
“Alexis, Jorman y yo estamos bien. Por aquí está todo tranquilo, gracias a Dios”, finalizó con esta casa periodística.