El jueves de la semana anterior se vivieron momentos de tensión en una de las avenidas más transitadas de Bogotá, luego de que un grupo numeroso de hinchas de Independiente Santa Fe se fuera en contra del bus que transportaba a los seguidores de Universitario de Perú para agredirlos.

La imágenes que surgieron en ese momento, ansiaban por parte de un gran número de personas que hubiese algún tipo de castigo para quienes ocasionaron el desorden. Durante las últimas horas, se supo que los organismo locales de Bogotá lograron darle cumplimiento a las leyes y sancionaron a una persona.

Según lo expuso el Secretario de Gobierno de Bogotá, Felipe Jiménez Ángel: “Quedó en firme la sanción a un hincha de Santafe por haber agredido a hinchas del club Universitario de Perú. Se le impuso una multa de 27 millones y se le prohíbe entrar al estadio por 3 años. La Ley del Fútbol en Bogotá es un realidad”.

Hinchas de Santa Fe apedrearon bus de Universitario de Perú. | Foto: @MillosDColombia

Además, el funcionario explicó que junto a esto se le culpó por otros cargos por los cuales también tendrá que responder: “Esto claramente sin contar con el delito al que se enfrenta y el proceso penal que se le inició por cuenta de las agresiones físicas”.

La situación que tuvo en el ojo del huracán a la afición de Santa Fe, se dio en la previa del juego ante los peruanos luego de una agresión de aficionados colombianos con piedras y otros objetos contundentes hacia un vehículo que se trasportaba por la carrera 30, rumbo al estadio El Campín.

Vehículos que se transportaban en sentido sur norte quedaron detenidos por unos cuantos minutos al ver lo que estaba ocurriendo. Allí, en medio de las grabaciones que hicieron por parte de quienes estaban presentes, hubo miedo y palabras de angustia por lo que estaba ocurriendo.

Lo inexplicable del suceso es que el bus que transportaba a los aficionados incas iba escoltado por un grupo de policías, pero estos no pudieron detener la furia de los seguidores bogotanos que rompieron completamente los vidrios.

El árbitro chileno Felipe González muestra una tarjeta roja al defensor de Universitario Nelson Cabanillas durante el partido de vuelta de la fase de grupos de la Copa Sudamericana entre Independiente Santa Fe de Colombia y Universitario de Perú en el estadio Nemesio Camacho "El Campín" en Bogotá el 8 de junio de 2023. | Foto: AFP or licensors

El bus afectado tras lograr desprenderse del lugar donde se dio la emboscada, siguió su curso pasando por sitios cercanos al recinto deportivo al que ya no buscarían entrar para evitar un nuevo suceso violento.

En otras grabaciones que se lograron viralizar muy rápidamente en redes sociales, se alcanzó a divisar cómo había quedado el bus afectado tras los golpes con los objetos contundentes. En su totalidad, las ventanas quedaron destruidas y al interior se percibía la angustia de los hinchas peruanos.

Una ciudadana que vio todo lo que aconteció, trató de acercarse a los aficionados de Universitario para dar palabra de calma en medio de la angustia: “vamos a denunciar esto, tranquilos”. Además, recriminó a los aficionados de Santa Fe: “miren cómo quedó el bus, son unos desadaptados”.

Describiendo todo lo que pudo ver en medio de la agresión, aseguró que los peruanos sufrieron porque: “los acuchillaron, les rompieron la cabeza”. Al interior del bus en medio de esas grabaciones, se escuchaban gritos, pero no eran totalmente claros de percibir.

Los hinchas esperaban poder hablar con el plantel y el cuerpo técnico. | Foto: Prensa Santa Fe // Captura video @albirojosoy1941

Con el pasar de los minutos, las redes fueron mostrando más imágenes y hubo una que mostró el terror al interior del bus. En dicha grabación se ve cómo los seguidores de Universitario intentan ponerse sus chaquetas para no sufrir afectaciones en la cara; lastimosamente, se alcanzó a percibir que una persona tenía sangre en su rostro.

Dejando de lado el partido al que querían acompañar a su equipo, pidieron al conductor del vehículo que los llevara de manera urgente al hospital más cercano, ya que hubo personas que se vieron gravemente afectadas. Con total desesperación, se escuchaba mientras gritaban: “hospital, por favor, hospital”.