Junior de Barranquilla no mantiene un solo momento de paz en el último tiempo, si no es por lo deportivo que hace rato viene con tintes de crisis, es entonces por el mal comportamiento de su hinchada que hay caos alrededor del cuadro rojiblanco.
Durante la más reciente presentación en Bogotá, que terminó en empate 0-0 ante La Equidad, un incidente sacudió el encuentro y obligó al árbitro central, Diego Ulloa, a dar por terminado el partido por falta de garantías.
La controversia se desató en el minuto 90 cuando los hinchas del equipo barranquillero, ubicados en la tribuna oriental, agredieron al árbitro asistente Elkin Echavarría con una botella. Desafortunadamente, este momento no quedó registrado en la transmisión, pero la agresión fue suficiente para detener el juego.
El drama se había intensificado cuando, poco antes de este incidente, Yoiber González anotó un gol para Equidad. Sin embargo, el VAR intervino y anuló el gol debido a una mano previa de Brayan Fernández, lo que añadió tensión al partido.
Después del ataque a Echavarría, el departamento médico del equipo local tuvo que brindarle atención, pero afortunadamente, no se reportaron lesiones graves. Con el reloj marcando 100 minutos, el árbitro Diego Ulloa tomó la controvertida decisión de dar por concluido el partido con un marcador de 0-0. A pesar de alegar falta de garantías, su procedimiento fue cuestionado por los expertos en arbitraje.
Según la Ley 5, el árbitro tiene la facultad de abandonar el juego en caso de falta de garantías y permitir que la comisión disciplinaria decida el resultado en el escritorio. Sin embargo, Ulloa señaló el centro del campo, dando a entender que había terminado el partido, lo que generó críticas por su manejo de la situación.
El enfrentamiento tuvo otros momentos de tensión, ya que en el minuto 77 se produjo una pelea entre Joan Castro de La Equidad y José Enamorado del Junior, lo que resultó en la expulsión de ambos jugadores. Además, el árbitro mostró cuatro tarjetas amarillas para el equipo local y cinco para el visitante, además de sancionar un total de 28 faltas: 16 de La Equidad y 12 del Junior.
La violencia en las gradas también fue un problema, ya que se requirió la presencia de la Policía Nacional y agentes de la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden (anteriormente conocida como Esmad) para desalojar a los hinchas del tiburón, quienes incluso llegaron a invadir el terreno de juego del Estadio Metropolitano de Techo.
Precisamente por estas situaciones, es que el Distrito decidió imponer sanciones y correctivos fuertes a la afición barranquillera en Bogotá, quitándoles así beneficios que podría haber seguido manteniendo en los estadios de la capital, todo y su se hubieran comportado a la altura.
Según lo reveló la oficina de prensa, en consideración pusieron todo lo sucedido a tal punto que decidieron imponer tres sanciones diferentes. En primera medida, está alejar por un par de fechas tanto de El Campín como del estadio de Techo a los aficionados del Junior.
Además, ante el ataque a la infraestructura del estadio bogotano, donde ofician como local varios equipos de la ‘A’ y la ‘B’, se estipuló sanción de tipo económico, sumado a la reposición, al menos en dinero, del valor de los elementos destruidos.
1. Se sanciona a la hinchada del Atlético Junior, con cuatro fechas, sin la posibilidad de ingresar a los escenarios deportivos en Bogotá.
2. Multa de hasta $5 millones y hasta 3 años sin ingreso a estadios para el hincha que invadió la cancha.
3. Se cobrarán las sillas e infraestructura afectada a la barra del Junior.