La joven boxeadora mexicana Jeanette Zacarías falleció la tarde del jueves 2 de septiembre luego de permanecer cinco días en coma en el hospital Sacré-Cœur de Montreal, Canadá.
La pugilista, de solo 18 años, sufrió convulsiones y se desmayó luego de haber sido derrotada por la canadiense Marie-Pier Houle en el cuarto round por nocaut. Segundos después de que el réferi declarara su derrota, la joven convulsionó y se desmayó.
Su muerte abre un debate sobre las condiciones bajo las cuales se están organizando los diferentes combates en el mundo y las autoridades canadienses anunciaron que ya iniciaron las investigaciones para determinar las causas del fallecimiento de la boxeadora.
En una entrevista con el periódico El País, la mamá de Zacarías, Irene Zapata, aseguró que no culpa a nadie y no está buscando culpables porque su hija “lo dio todo, pero hubiera preferido que no se hiciera famosa de esta forma”, dijo.
Zacarías inició en el boxeo a la edad de 12 años cuando su padre la inscribió en clases de este deporte con la expectativa de que aprendiera defensa personal y pudiera reaccionar ante cualquier ataque.
Según su padre, la violencia que se vive en México, particularmente en Aguascalientes, de donde era oriunda la boxeadora, lo llevó a inscribirla en este deporte, pues es un país donde al menos 10 mujeres mueren al día.
Según contó su madre, “al principio me daba miedo, pero se miraba que tenía el don para boxear y por eso la apoyé”.
Poco a poco fue escalando en el deporte y en su haber se contaban dos triunfos, ambos por decisión, y tres derrotas, dos por la vía rápida.
El 15 de mayo de este año, luego de 30 meses de inactividad por la pandemia, Jeannete decidió volver al ring en un combate contra Cyntia Lozano en Reynosa, México. En ese momento, perdió por nocaut.
En diferentes videos difundidos en las redes sociales sobre ese combate, se puede apreciar el fuerte castigo que recibió Zacarías contra las cuerdas que la dejaron inconsciente por más de tres horas.
Después de este hecho, su madre le pidió que se retirara. “Luego de que se produjo el incidente de Reynosa y ya no me gustó, le pedí que lo dejara”, dijo en la entrevista Irene Zapata.
Sin embargo, la joven fue persistente y solo tres meses después, tiempo que se dan las suspensiones en el boxeo, Zacarías se subió nuevamente al ring siendo esta la última vez que lo haría.
Según contó el diario El País, un organizador de combates que trabaja con Yvon Michel, organizadores de la pelea, contactó a la boxeadora luego de golpear puertas en diferentes provincias de Canadá, Estados Unidos y Europa, y la negativa de los boxeadores por las restricciones de la covid-19 y las agendas.
Finalmente, la joven fue contratada para la pelea en la que le pagarían 1.800 dólares canadienses, unos 1.430 dólares estadounidenses, dinero que era una gran promesa teniendo en cuenta la difícil situación financiera en la que muchos deportistas se encontraban tras la pandemia.
La pugilista viajó en compañía de su pareja, Jovanni Martínez, quien también era su entrenador y pelearía en otro encuentro.
La joven viajó a Canadá, a pesar de que su familia no estaba de acuerdo con el viaje.
“Creo que la contrincante no tenía el peso que se requería. Su físico se miraba mayor. Le pregunté a mi hija quién había certificado que cumpliera el peso, pero me dijo que todo estaba bien. Le dije que si en algún momento sentía que no podía, se dejara caer o parara la pelea. Sé que ella lo dio todo”, dijo Zapata.
Por el momento, las autoridades canadienses evalúan que la condiciones de la pelea hayan sido justas mientras la familia espera la repatriación del cuerpo, que puede tardar entre 10 y 15 días.
“Le dije que dejara el boxeo, pero ella quiso seguir. Fue su decisión y como padres debemos respetar su decisión y darle nuestra bendición”, concluyó Zapata.