En las competencias deportivas profesionales que requieren de mucha precisión visual muy rara vez se observa un atleta con gafas. Por eso tal vez ha llamado la atención ver en las canchas de al joven coreano Hyeon Chung con sus características gafas de marco blanco durante el Abierto de Australia, donde silenciosamente se coló en las semifinales del primer Grand Slam del año.No es que el deporte y la miopía no combinen. Muchos futbolistas como Andrés Iniesta del Futbol Club Barcelona y el propio Novak Djokovic, ídolo de Chung y a quien derrotó el lunes pasado en el mismo torneo, son miopes pero usan lentes de contacto para corregir el problema. Lo inusual es que Chung tiene una pérdida de visión de 20 dioptrías, según los medios especializados en deportes, y en lugar de corregirla con lentes de contacto, como lo hacen los demás deportistas, usa gafas deportivas con lentes de prescripción, que ya se han convertido en su marca distintiva. Tanto así que le dicen ‘el profesor’.Según el médico oftalmólogo Gabriel Child, se trata de una miopía muy fuerte que se puede corregir con cirugía o con lentes de contacto. Lo curioso es que Chung ha preferido jugar tenis profesional con sus anteojos, lo cual sorprende al experto. “Lo que sucede es que las gafas producen una distorsión debido a la distancia entre el lente y el ojo, algo que no sucede con los lentes de contacto”, explica Child. El lente de contacto y la cirugía refractiva dan más agudeza visual, porque eliminan esa distancia. “(Chung) es un prodigio y seguramente está acostumbrado a esa corrección porque así le ha ganado a todos”, añade el experto.Desde muy niño el surcoreano fue diagnosticado con miopía y desde entonces usa gafas. Aunque nadie con un problema así creería tener opciones de brillar en un deporte a nivel profesional, él lo logró no solo a punta de talento y esfuerzo sino también porque su médico le dijo que este deporte le ayudaría a mantener la visión. El especialista le indicó que para mejorarla todo lo que debía hacer era enfocar la vista en el color verde amarillento de la bola. Así lo hizo y ahora es una de las grandes promesas del tenis mundial pese a su limitación visual.La miopía es un defecto del ojo que se produce por una curvatura excesiva del cristalino. Eso produce una visión borrosa pues las imágenes de los objetos se forman antes de llegar a la retina. Esta anomalía se mide en dioptrías, según explica Child y entre mayor el número de ellas, más borrosa es la visión. “Si es corregible con gafas y cirugía, la visión quedará lo suficientemente buena como para que la persona se desempeñe normalmente”, dice. Pero en ocasiones las personas con muchas dioptrías no pueden corregir la visión completamente porque en ello interfieren otras variables, como la agudeza visual y la calidad visual. “Hay algunas personas con pocas dioptrías y mala agudeza visual y otras con muchas dioptrías pero con buena agudeza visual”. En este último caso no se logra corregir el problema con gafas ni lentes. No se conoce exactamente cuál es la condición de Chung pero lo cierto es que no le ha impedido a este joven tenista hacer historia en Australia. Derrotó a tres jugadores consolidados uno de los cuales fue Djokovic, cuyo juego ha sido la inspiración del surcoreano. Curiosamente hace diez años Chung estuvo en esa misma cancha como espectador viendo a su ídolo serbio jugar una final. El lunes pasado lo derrotó con lo que se convirtió en el segundo más joven en derrotar al cinco veces campeón del abierto de Australia. Con ese triunfo Chung adquirió la oportunidad para enfrentarse a Roger Federer.En el duelo con el mejor tenista de la historia, Chung debió retirarse por fuertes dolores en los pies producto de varias ampollas en su pie izquierdo. El mismo Federer justificó el retiro de su rival: "He jugado con ampollas en el pasado y duelo muchísimo. Hay un punto en el que no puedes más. Él ha jugado muy bien a lo largo del torneo y le doy crédito por lo que ha hecho", dijo el suizo.No es descabellado pensar que Chung gane un Grand Slam en el futuro. Si lo hace, esta estrella naciente del tenis, cuyo padre le infundió su amor por este deporte, será recordado no solo por su veloz carrera en ascenso sino por ser el único de los deportistas profesionales del circuito que gana usando gafas.