Lo que empieza mal termina mal. Así ocurre con los Juegos Nacionales que se deben celebrar entre el 7 y el 21 de noviembre. Coldeportes decidió este martes que Ibagué, una de las sedes, no albergará las competencias de atletismo, squash, patinaje y softbol por los retrasos manifiestos en las obras de los centros deportivos. El retraso en las obras en esa ciudad fue tal, que el deporte insignia, el tejo, está en veremos. La sede que estaba en construcción para este deporte definitivamente no estará lista. En Coldeportes esperan encontrar una nueva sede en la misma región. Por otro lado, el tenis cambió de sede y se disputará en el Club Campestre de Ibagué. El periódico El Nuevo Día tituló: “Quedamos como un ‘zapato’ ante el país”. El caso emblemático es la construcción del Parque Deportivo en el que se disputarían las competencias de BMX, que tendría como invitada especial a la medallista olímpica Mariana Pajón. La semana pasada el comité organizador hizo un recorrido por las instalaciones y se encontró con un panorama desolador. “Es un tierrero”, escribieron en El Nuevo Día. La situación es tan compleja y desordenada que el director de Coldeportes, Andrés Botero, tuvo que convocar una reunión extraordinaria con los departamentos organizadores para replantear las sedes. El comité decidió bajarle el dedo a Ibagué en una decisión polémica ratificar las sedes para Chocó. Botero expresó que la entidad rectora del deporte nacional “debía tomar decisiones por respeto a los deportistas que participarán en las justas”. Señaló que el Gobierno planteó las preocupaciones desde el mes de enero, sin embargo, el consorcio colombo-español que estaba a cargo de la adecuación del Parque Deportivo no mostró señal alguna de avance, por lo que “no tuvieron otra opción”. El propio presidente Juan Manuel Santos había expresado su preocupación por los retrasos en las obras. La desidia fue tal, que en el mes de marzo, a menos de siete meses de las justas, ninguna de las dos ciudades había adjudicado las obras de los escenarios principales para que se pudieran realizar los Juegos. El entonces superministro, Néstor Humberto Martínez, realizó un informe de alerta temprana para que los mandatarios locales aceleraran el ritmo. De nada valieron las advertencias. Andrés Botero contó que él mismo había recorrido las sedes en Ibagué y había quedado “más que preocupado y molesto por el incumplimiento de las firmas contratistas”. Pero la situación en el Chocó no es mucho mejor. Recientemente se pudo conocer que como allí no se pudieron construir los escenarios para las justas y hubo que adecuar, a las carreras, algunos de los existentes para así cumplir algunos de los compromisos. En Chocó algunas soluciones del comité resultan hasta risibles. Como la capital chocoana no tiene capacidad hotelera para albergar a las delegaciones, cerca de 612 personas serán alojadas en 12 torres de la Ciudadela Mía, un complejo de vivienda construido por el Gobierno para los más pobres que aún no ha sido terminado. En conclusión, a Ibagué le retiraron algunas disciplinas que serán redistribuidas en otras ciudades. Mientras que Chocó sigue gozando de la confianza del Ejecutivo a pesar de las voces de alerta que hablan de improvisación y desorden en ese departamento.