A tres semanas de Roland Garros (22 de mayo-5 de junio) y seis semanas después de una fisura en una costilla, Rafael Nadal pone al fin los pies en su superficie predilecta, la tierra batida, en el Masters 1000 de Madrid, donde Novak Djokovic seguirá buscando el ritmo.

El sorteo, realizado el viernes, situó a ambos en la parte principal del cuadro. La misma del nuevo prodigio Carlos Alcaraz, flamante n.° 9 del mundo a los 18 años, después de su título en Barcelona la semana pasada.

Nadal, cuyo último partido se remonta al 20 de marzo -la final perdida del Masters 1000 de Indian Wells ante el estadounidense Taylor Fritz un día después de su lesión en las costillas- saltará a la arena el miércoles, mientras que Djoko y Alcaraz lo harán el martes.

¿Cómo encara el tenista mallorquín el torneo? “Estoy intentando tomarme estos días como un poquito de pretemporada, sin pensar que este torneo a lo mejor me viene muy justillo, es la realidad a nivel de preparación, hay que tomarlo de esta manera”, afirmó.

“Valorar las cosas positivas”

“Valorar todas las cosas positivas que puedan ir viniendo, momentos de buen juego. Si pudiera llegar alguna victoria fantástico”, añadió Nadal, que no pudo participar en torneos en los que acumula trofeos como Montecarlo o Barcelona.

Nadal, poseedor único del récord de títulos de Grand Slam desde su victoria en Australia a comienzos de temporada, entrará al ruedo ante el serbio Miomir Kecmanovic o el kazajo Alexander Bublik, procedentes de la fase previa.

Después del mediático culebrón de su expulsión de Melbourne en enero y de un primer trimestre del año casi sin jugar (tres partidos en Dubái en febrero), por no estar vacunado contra el covid-19, Djokovic busca seguir recuperando el exigente ritmo del circuito. En Montecarlo a mediados de abril, el número del mundo perdió prematuramente ante el español Alejandro Davidovich (6-3, 6-7, 6-1).

Y en Belgrado, la semana pasada, llegó hasta la final, aunque teniendo que disputar partidos de tres sets en las eliminatorias previas, lo que le hizo acusar el cansancio y vio cómo el ruso Andrey Rublev se llevaba el título y le infligía un 6-0 en el tercer set.

Contra la vacuna y contra el cansancio

Unos síntomas de cansancio que Nole achacó a los efectos de la “enfermedad que afectó a su metabolismo durante varias semanas”, aunque sin precisar el diagnóstico. “Gané tres partidos. Las cosas progresan lentamente, pero de forma segura. Espero estar preparado para París”, dijo.

El serbio se medirá en su estreno sobre el polvo de ladrillo madrileño con el ganador del duelo entre el español Carlos Gimeno y el francés Gaël Monfils. Sobre el papel le tocaría después el canadiense Denis Shapovalov (16º), o el ganador del choque de primera ronda entre Andy Murray y Dominic Thiem.

En su conferencia de prensa del domingo, Djokovic dijo ser consciente de que tiene que tener “paciencia” para recuperar su mejor nivel. “Todavía no es el nivel que desearía, esto es un proceso. Debe tener paciencia. Espero que las cosas avancen en la buena dirección esta semana”, afirmó.

“Tengo la sensación de que cuanto más juego, cuanto más estoy en este ambiente, más cómodo me siento. Pero la falta de partidos, de este entorno, de este tipo de circunstancias, no ha sido fácil para mí. Mentalmente he tenido que gestionar muchas cosas. Estoy contento por estar de vuelta”, afirmó.

En el cuadro femenino, que comenzó el jueves sin la n.° 1 del mundo Iga Swiatek ni la n.° 3 Barbora Krejcikova, ganadoras de las dos últimas ediciones de Roland Garros, ya han caído eliminadas las n.° 2 y n.° 4, Paula Badosa y Aryna Sabalenka.

También cayó este domingo la n.° 9 mundial, Garbiñe Muguruza. Dos ex-n.° 1, como Simona Halep y Naomi Osaka, pasan así a acaparar todas las miradas.

*Con información de la AFP.