Un total caos fue el que se generó este martes en Buenos Aires, Argentina tras la celebración del título del Mundial de Qatar conseguido el pasado domingo. Un total de 5 millones de personas inundaron las calles de la capital para festejar la tercera corona en la historia, algo que no conseguían desde hace 36 años.

Desde muy tempranas horas, el plantel comandando por el técnico Lionel Scaloni arribó a suelo natal para festejar con una marea de argentinos que esperaban en las calles. Messi y sus compañeros levantaron la copa en horas de la madrugada junto a miles de fanáticos que, incluso, arriesgaron su vida con el objetivo de estar cerca de sus héroes.

Horas más tarde, más exactamente sobre las 11:40 a. m. (hora de Argentina) inició el multitudinario desfile que tuvo que cambiar a última hora por los más de 2 millones de personas que llegaron hasta inmediaciones del obelisco, punto que inicialmente iba a ser el centro de la caravana. “Los futbolistas se acercarán a saludar a los hinchas desde la autopista 25 de mayo y 9 de Julio, de acuerdo al circuito dispuesto por los organismos de seguridad”, informó la cuenta oficial de la selección, anunciando que, por disposiciones de las autoridades, no pasarían por el popular Obelisco.

Vista general del desfile en las calles de Buenos Aires | Foto: AFP or licensors

Con esta noticia, millones de hinchas que esperaban en este lugar, decidieron tomarse el Obelisco, rompiendo la puerta y escalando a la punta de este monumento. El descontrol era total en este sitio, tanto que las autoridades locales se acercaron varias veces para sacar a la gente que salía desde la cima para festejar el título.

“En este momento le vamos a ordenar a la gente de la policía que baje a aquellos que se subieron al Obelisco. Tenía dos candados y soldamos la puerta. Después de que rompieron el candado ayer, se tomó la decisión de poner doble candado y soldar la puerta”, explicó D’Alessandro, ministro de Justicia y Seguridad, en diálogo con radio Mitre.

Dicho accionar por parte de los hinchas argentinos, fue catalogado por el funcionario como “vandalismo” y lo apartó de la “pasión por el fútbol que ellos viven”.

Ya entrada la noche en la capital argentina, se presentaron graves disturbios que dejaron seis detenidos y ocho heridos, según informaron las autoridades locales. De acuerdo con lo que trascendió, los disturbios comenzaron cuando la Infantería y el personal de bomberos intentaron bajar a dos hombres que habían ingresado al Obelisco, luego de que su puerta fuera nuevamente forzada por los manifestantes, y permanecían en su cima.

Hinchas se lanzaron desde un puente

Con el monumental recibimiento se presentaron miles de accidentes en la capital. El problema es que los tiempos de recorrido de la caravana no se cumplieron y después de cuatro horas solo habían superado unos kilómetros desde Ezeiza. Cuando al fin lograron avanzar nuevamente, las vías ya tenían mucha más gente aglomerada, lo que provocó la decisión de la policía de ponerle fin al recorrido y pedir a la AFA que evitaran un desorden mayor.

¿El motivo para pedir la finalización de la caravana? Según las autoridades y medios locales, varios hinchas se salieron de control y, con el objetivo de estar más cerca de los jugadores del seleccionado, decidieron lanzarse de los puentes para intentar meterse a la fuerza en el bus en el que estaban Messi y compañía.

En los videos se pudo observar cómo un fanático logra ingresar, sin embargo, y detrás de él, se lanzó otro que contó con mala suerte y cayó al vacío, sufriendo duros golpes. En las imágenes capturadas se ve a decenas de personas que se encontraban detrás del descapotable intentando hacer un espacio para brindarle asistencia al hincha herido.

El fanático fue retirado en camilla por las autoridades locales, mientras que seguía cantando las barras que sonaban de fondo.