Este miércoles -10 de mayo- en el estadio San Siro de la ciudad de Milán, se dieron cita los dos de clubes más importantes de Europa. AC Milan e Inter se encontraron por la segunda semifinal de la Champions League, una confrontación del más alto calibre que estaba enmarcada en un clásico importante de Italia.

En la previa la expectativa era sumamente alta, pues al ser una rivalidad directa se sabía que sería un partido con mucho vértigo donde ninguno quería perder. Sin embargo, de manera sorpresiva los primeros 20 minutos estuvieron inclinados a los visitantes, quienes sacaron una ventaja de dos goles en menos de tres minutos.

Con el poder goleador de Edin Džeko (8′) y Henrij Mjitaryán (11′), los Nerazzurri abrieron el marcador a su favor dejando desconcertados a sus rivales, quienes no tuvieron recuperación a lo largo del compromiso para poder revertir el juego. A la serie aún le resta la vuelta, pero el panorama para los Rosoneri no es sencillo.

Edin Dzeko abrió la lata solo 8 minutos después del pitazo inicial. | Foto: AFP or licensors

La derrota por dos goles es un pésimo resultado para el Milan, que sueña con luchar por su octavo título continental, pero el equipo de Stefano Pioli puede darse por satisfecho con llegar con alguna opción de buscar la remontada dentro de una semana en el mismo escenario, San Siro, aunque con el Inter como equipo local.

Los milanistas esperan que para ese choque puedan disponer del portugués Rafael Leao, que no jugó este miércoles por lesión.

El pitido inicial dio paso a un vendaval ‘nerazzurri’, en el que el equipo entrenado por Simone Inzaghi podría haber dejado sentenciado el pase a la final en apenas un cuarto de hora.

Muy superior a su rival, el Inter tuvo además mucha eficacia ante el arco contrario, ya que sus dos primeras ocasiones acabaron en gol.

En el minuto 8, en un lanzamiento desde la esquina del turco Hakan Calhanoglu al corazón del área, Dzeko ganó en el cuerpeo a su marcador, el capitán milanista Davide Calabria, y conectó una volea de zurda ante la que nada pudo hacer el portero internacional francés Mike Maignan.

Lautaro Martínez disputando una pelota en el clásico entre Milan e Inter | Foto: Copyright 2023 The Associated Press. All rights reserved

Sin tiempo de reaccionar, el Milan encajó el segundo apenas tres minutos después, con un remate desde el interior del área de Mkhitaryan, que se plantó ante Maignan sin apenas oposición de la defensa rival.

Todo iba mal para el equipo local, que en el 15 se quedó sin el argelino Ismael Bennacer, que lesionado dejó su puesto al brasileño Junior Messias.

Calhanoglu pudo haber apuntillado a su equipo, con un remate al palo en el minuto 16, y a la media hora una caída en el interior del área de Lautaro Martínez fue señalada como penal por el árbitro Jesús Gil Manzano.

No obstante, el juez español reconsideró su decisión tras revisar las imágenes del VAR, lo que dio algo de aire a un Milan que en la primera parte apenas se acercó al arco defendido por el camerunés André Onana, excepto un remate de taco de Calabria que se estrelló en la parte exterior de la red (30).

Tras la pausa, el Milan buscó el gol que le metiera en la eliminatoria y cerca estuvo de conseguirlo en dos disparos de Brahim Díaz y Junior Messias que se marcharon fuera por poco (49 y 51), pero cada vez que el Inter se acercaba al arco de Maignan era una ocasión de gol, como la que tuvo Dzeko en un mano a mano que sacó con el pie el portero galo (53).

Tonali y Giroud discuten luego del segundo gol del Inter | Foto: Copyright 2023 The Associated Press. All rights reserved

La salida al campo del belga Divock Origi mejoró el ataque milanista y el equipo de Stefano Pioli tuvo otra gran ocasión para reducir diferencias, pero el disparo de Sandro Tonali se estrelló en el palo (63).

Pero al equipo ‘rossoneri’ le faltó una última bocanada de aire fresco para mantener la presión en la última media hora, en la que el Inter defendió bien para mantener una ventaja que le acerca a su primera final de la Liga de Campeones desde que ganó el torneo en 2010 con José Mourinho en el banquillo.