Cerca de cumplir los dos años del anuncio de su retiro como futbolista profesional, Jackson Martínez le apunta a un ‘último baile’ en el FPC. Trabajando incansablemente en el gimnasio y cuidando cada uno de sus esfuerzos, el experimentado atacante ha encontrado buenas sensaciones y aspira a que 2023 sea su año de regreso al deporte de alto rendimiento.
Aunque lleva dos temporadas sin competencia oficial, desde que se desligó del Portimonense de Portugal, el nombre de Jackson atrae a varios equipos de Antioquia, entre ellos Independiente Medellín, la que fue su casa durante sus primeros años de carrera y que siempre le ha mantenido las puertas abiertas.
‘Cha cha chá' es el sueño de una afición que además pide la llegada de un delantero goleador para el año que viene. Aunque entre ambas partes existe un buen feeling por lo vivido en la década pasada, todo depende de que se encuentre en óptimas condiciones y supere los exámenes médicos que se le realizan a cualquier nuevo refuerzo.
Si en el DIM descubren que Martínez ya no sufre por los problemas físicos que lo obligaron a terminar su carrera, habrá ‘luz verde’ para que el técnico David González, excompañero de Jackson en el ‘Poderoso’, otorgue el visto bueno a una contratación inesperada, pero aclamada por los aficionados del conjunto antioqueño.
El tobillo, una pesadilla
Para entender la situación del chocoano hay que remontarse hasta un partido ante Chile en Santiago por las Eliminatorias al Mundial de Rusia 2018. Después de retirarse del campo al minuto 83, el jugador regresó a España para sumarse al Atlético de Madrid, donde diagnosticaron que se trataba de un esguince.
Aunque Jackson disputó algunos partidos más con el Atlético, las molestias persistían y no pudo ganar la continuidad deseada, razón que en el cuadro ‘colchonero’ tomaron como argumento para aceptar la oferta del Guangzhou Evergrande de China.
El colombiano la rompió en su debut con el club asiático, pero las molestias no se iban y en 2016 tomó la decisión de pasar por el quirófano. Lo que en principio eran seis meses de baja se tornaron en casi dos años, provocando que Jackson no volviera a disputar ningún partido con el Guangzhou y regresara a la acción dos años después de la cirugía, exactamente en septiembre de 2018, cuando saltó al campo con la camiseta del Portimonense.
Después de periodos de continuidad y otros en los que el dolor regresaba, ‘Cha cha chá' se quedó sin equipo en 2020 y, a pesar de las ofertas, tomó la decisión de retirarse asegurando que era la decisión más indicada por todos los problemas que le había causado su tobillo.
“Quiero compartirles que he decidido dar fin a mi carrera como futbolista profesional, decisión difícil de tomar pero a su vez la más sabia. Desde mi lesión de tobillo entre el año 2015/2016 comenzó una lucha dando todo de mí para volver a jugar en condiciones favorables este deporte que tanto me apasiona y, aunque regrese a las canchas después de dos años, fue muy difícil desempeñarme como lo anhelaba”, dijo tiempo después en una publicación de Instagram.
Sin la presión de tener que responder a un contrato, Jackson se dedicó a hacer trabajos de gimnasio e incluso este año estuvo entrenando con Águilas Doradas, pensando en un regreso que ahora mismo está encaminado a convertirse en realidad. Después de tanto luchar contra los problemas físicos, el mundialista en 2014 está preparado para volver y espera que esa puerta de Independiente Medellín se abra para, ahora sí, cumplir su sueño de retirarse con el azul y rojo que lo hizo conocer como goleador por allá en el año 2009.