De la manera más inesperada posible, James Rodríguez definió su futuro y tomó la decisión de dar por finalizada, al menos provisionalmente, su travesía por el fútbol europeo.
Si todo marcha como está pensado, Sao Paulo será su nueva casa por los próximos dos años. En Brasil dan por hecho que el volante colombiano llegará en las próximas horas a la sede del club para sellar detalles y estampar la firma.
Por medio de redes sociales, el propio James se encargó de agitar a los hinchas del Tricolor, que le llenaron su última publicación de comentarios al ver que se encontraba a bordo de un avión rumbo a un no tan misterioso destino.
El fichaje del 10 ha capturado la atención de la prensa brasileña, que lo ubica entre las contrataciones más importantes del presente mercado de pases. No obstante, hay quienes recuerdan su reciente historial de lesiones y la manera en la que salió de Olympiacos y Al-Rayyan, los últimos dos equipos en los que jugó.
James no solo causa temor en Sao Paulo por sus decisiones recientes, sino por lo que sucedió con Dani Alves, que llegó como fichaje de lujo en 2019, pero dos años después se fue sin haber colmado las expectativas y en un duro litigio con la dirigencia por sueldos adeudados.
Rafinha, la pieza clave
En la dirigencia del club paulista llaman a la tranquilidad y confían en que no pasará lo mismo, pues han diseñado un contrato en el que procurarán evitar salidas intempestivas como la de Alves, además que James no ganará “ni la mitad” de lo que se embolsaba el lateral brasileño, según aseguran en UOL.
Las negociaciones arrancaron hace más de un mes de manera silenciosa, con absoluta confidencialidad desde ambas partes. “La intención no era causar revuelo y llamar la atención de otros clubes”, atiza Globo Esporte.
James había dicho públicamente en Colombia que su deseo era continuar en Europa, sin embargo, varios factores le jugaron en contra a ese deseo. En primer lugar, las ofertas no llegaron a colmar las expectativas y el único destino real que se le puso sobre la mesa fue el fútbol de Turquía, que sonaba poco atractivo para sus intereses.
Fue ahí cuando Sao Paulo empezó a sondear la situación del colombiano, aprovechando la buena relación del agente brasileño Giuliano Bertolucci con Jorge Mendes, representante de James y otras estrellas mundiales como Cristiano Ronaldo.
Pero aún faltaba la intermediación de una pieza clave, que habló directamente con el 10 y le contó los detalles del proyecto que adelanta el técnico Dorival Júnior al frente del Tricolor.
Rafinha, excompañero de James en el Bayern Múnich, fue el encargado de convencerlo de dar el paso para escuchar la propuesta de Sao Paulo. “Rafinha es respetado en el fútbol por su exitosa carrera, y sus palabras pesaron mucho en la decisión del jugador de 32 años”, confirma Globo Esporte.
Ese fue el principal diferencial entre esta oferta y la de Botafogo, club que había tocado la puerta del colombiano en más de una ocasión. Con el Fogao, las negociaciones nunca avanzaron porque todo fue desde un punto muy empresarial, es decir, la dirigencia llamó a la empresa de Jorge Mendes y puso sobre la mesa una cantidad sin mediar conversación alguna con el propio implicado.
Con Sao Paulo, por el contrario, se activó una estrategia para mostrarle las cosas positivas que ha construido la liga de ese país y la cantidad de figuras que han aterrizado recientemente, como es el caso de Arturo Vidal, David Luiz y Marcelo, entre otros.
Por la situación netamente económica, “Sao Paulo cree que no tendrá problemas para pagar los salarios —no revelados— del colombiano y que las finanzas no se verán perjudicadas” con este sonado movimiento.