Fin de año más que gratificante para James Rodríguez en el Olympiakos de Grecia, luego de haber podido marcar el segundo tanto de la victoria 5-0 de los suyos ante el Asteras Tripolis en la fecha 15 de la Supeliga del país europeo, indispensable para que los rojiblancos no suelten sus intenciones en el fin del 2022 por mantenerse en la punta del campeonato local, donde ya logran acumular 29 puntos y han tenido una recuperación satisfactoria de lo que fue un mal arranque.

Teniendo al estratega español Míchel desde finales de septiembre, el equipo ha encontrado un nuevo aire y sus figuras más rutilantes, entre las que se encuentra el ‘10′, también han podido tomar una mejor forma tanto física como de rendimiento en los compromisos disputados. La muestra más clara de ello, fue la soberbia anotación que puso el colombiano este miércoles para sentenciar el 2-0 parcial a los 35 minutos del compromiso.

Luego de una extensa posesión de balón por parte de los suyos, Rodríguez se sintió con la confianza necesaria para encarar a varios de sus rivales y dejarlos en el camino. Unos cuatro fueron a su marca, pero ninguno logró el objetivo de quitarle el balón, tras esto, sintió libertad para ir hacia adelante y buscar a In-Beom, ese mismo compañero que le entendió a la perfección una pared rápida que le sirvió al cafetero para tener luego el balón pleno y sacar el soberbio remate de gol.

De inmediato ante semejante anotación, se fue directamente hacia una de las tribunas más cercanas del estadio de Olympiacos donde en medio de la euforia de los hinchas, estos vieron cómo el futbolista colombiano estuvo por varios segundos encarándolos y posteriormente ‘manoteó' al aire en forma de liberación por el tanto logrado, además, en la repetición oficial se alcanza a ver que algo alcanza a decir, pero esto es imperceptible en su totalidad, solo hacia el final se puede leer claramente un “carajo”.

Para la parte complementaria, James inició molesto con el árbitro por una patada en el centro del campo en la que incluso le quitaron uno de sus guayos. El ‘10′ se volteó inmediatamente y le enumeró al juez central la cantidad de faltas que había sufrido desde el pitazo inicial sin amonestación alguna.

Afortunadamente, para Olympiacos, los minutos avanzaron sin novedad, haciendo de la posesión de balón su mejor herramienta para defender la ventaja en el marcador y encaminar tres puntos valiosos para despedir el año de la mejor manera. Cedric Bakambu bajó el martillo a los 68 minutos; a los 84′ Garry Rodrigues puso el cuarto y Masouras decretó el 5-0 final en el tiempo añadido.

James, ahora, ya se puede enfocar en la celebración del Año Nuevo, que compartirá nuevamente con su hijo Samuel en El Pireo. Para el volante colombiano es un 2022 especial al recordar que en los primeros meses logró regresar a la Selección Colombia y en septiembre cumplió su deseo de salir del Al-Rayyan para una segunda oportunidad en el fútbol europeo.

Una vez terminado el juego, ya en el receso del mismo, el ‘10′ emitió el último mensaje tras partido de 2022 y desde ya, demostró que de reojo y con sed de buenas presentaciones se proyecta un muy gratificante año entrante: “Cerrando el año de la mejor manera. 2023 👀”, escribió en su cuenta personal de Instagram.

Esta mitad de temporada se resume en los 3 goles que marcó con Olympiacos y los 678 minutos que acumuló en la Superliga de Grecia. Con la Tricolor actuó en los tres amistosos del nuevo ciclo bajo las órdenes de Néstor Lorenzo, marcando dos tantos frente a Guatemala y también recibiendo críticas por su rendimiento ante México, antes de darle paso a Jorge Carrascal y Jorge Sinisterra, que fueron la clave para aquella remontada 3-2 en suelo estadounidense.