El nombre de James Rodríguez está en boca de toda Colombia desde este jueves, cuando se confirmó que no continuaría en Olympiacos luego de llegar a un mutuo acuerdo para la rescisión de su contrato.
Con esa decisión, el volante cucuteño completó el cuarto contrato consecutivo que no cumple en su totalidad. En 2020 salió libre por sus problemas con Zinedine Zidane en el Real Madrid, en 2021 salió del Everton a cambio de 8 millones de euros rumbo al Al-Rayyan de Catar, equipo en el que tampoco cumplió los dos años firmados, abandonando por la puerta de atrás camino al fútbol griego.
Así como es una constante el comportamiento de James en los últimos años, Olympiacos también ha acumulado una tendencia de casos que no se ha tenido en cuenta y que pudieron pesar, en este adiós prematuro del colombiano, a falta de algunas fechas para que se acabe la temporada.
Durante el pasado mercado de invierno, justo después del final del Mundial de Qatar 2022, en la dirigencia del cuadro griego tomaron la decisión de ‘borrar’ del equipo a varios jugadores sin razón aparente. Sime Vrsaljko, exjugador de la selección croata, terminó por rescindir su contrato y semanas después tuvo que anunciar su retiro tras ese fracaso en Grecia.
Esa misma suerte la corrieron otros jugadores más como el extremo estadounidense Konrad de la Fuente, el mauritano Aboubakar Kamara y el argentino Gonzalo ‘Pipa’ Ávila, habitual titular, al que sacaron por la puerta de atrás y terminó recalando en el Ludogorets de Bulgaria.
Entre esos casos también hay que incluir a Marcelo, leyenda del Real Madrid, que apenas duró cinco meses y prefirió abandonar el barco antes de terminar la temporada sin minutos. Lo más curioso es que el brasileño acordó unos días después su regreso a Brasil, donde ya salió campeón del estadual con el Fluminense e incluso jugó 52 minutos en el primer partido de la Copa Libertadores frente a Sporting Cristal.
El caso más reciente es el del técnico Míchel González, que llegó en septiembre de 2022 y tuvo impacto inmediato en los resultados del cuadro rojiblanco. Primero corrigió los problemas defensivos y empezó a encadenar victorias, al punto que Olympiacos cerró la brecha con sus rivales directos en la punta, clasificó a playoffs y en copa alcanzó la fase de semifinal.
El español dirigió 32 partidos en total durante su segundo ciclo y tuvo un balance más que positivo de 18 victorias, 10 empates y 4 derrotas. No obstante, terminó presentando inesperadamente su carta de renuncia al día siguiente de una rueda de prensa en la que había hablado de corregir los caminos y seguir peleando por el título del torneo local.
“Informé a la dirección del club de mi decisión de dimitir. Creo que este es el mejor momento para el equipo. Agradezco a toda la Asociación la colaboración, todos estos meses intensos, me despido como un amigo y deseo que el equipo conquiste todas sus metas”, fueron las últimas palabras con las que Míchel se dirigió a la afición, algo similar a lo que James Rodríguez escribió en su cuenta de Instagram.
Más allá del comunicado que leyeron todos los colombianos, la despedida que José Anigo, técnico encargado de Olympiacos, le dio a James no fue para nada amistosa e incluso cuestionó su compromiso en el clásico ante Panathinaikos, ese que, según la prensa griega, fue el detonante de la decisión.
“En los equipos pueden venir muchos jugadores y no cumplir, eso pasa. Olympiacos es un gran club en Europa, lo sabía antes de venir aquí”, dijo el estratega francés tras la derrota en semifinales frente al AEK, el miércoles pasado.
“Así que los que vengan aquí deben tratar al Olympiacos como un gran club europeo y jugar siempre al 100 %. A veces, algunos jugadores pueden no lograr esto, sucede. No hace falta que busquemos ahora las razones por las que pasan estas cosas en el fútbol. Lo que tenemos que hacer es estar al 100 % de nuestro potencial y jugar para un gran club europeo como el Olympiacos”, finalizó.