James Rodríguez sigue sin cuajar titularidades en el Rayo Vallecano. De regreso tras otra exhibición de su calidad con la Selección Colombia, se esperaba que el colombiano pudiera tener una buena cantidad de minutos, sin embargo, el técnico Íñigo Pérez lo dejó en el banco y apenas le permitió jugar media hora frente a Mallorca en condición de visitante.
Antes del partido, el estratega español ya había deslizado las razones por las que se han hecho recurrentes las suplencias del volante cucuteño. “James ha llegado más tarde pero está en condiciones de jugar. Necesita un proceso de adaptación física. Si allí juega y aquí no, es porque yo elijo unos jugadores que creo que son los mejores. Las críticas las acepto. Todos sabemos de su nivel”, declaró.
Íñigo aseguró que es consciente de lo que hizo James con la Tricolor en la doble fecha de octubre. “Sigo los parones internacionales, veo los partidos y sus actuaciones. Me encanta el fútbol sudamericano y conozco de la exigencia física, por los viajes y por los partidos en Bolivia y luego en Barranquilla”, dijo.
Desde que llegó al Rayo Vallecano en septiembre de este año, James ha jugado cinco partidos en total y solo una vez lo hizo como titular. El técnico ha recibido fuertes críticas por esa decisión, sin embargo, no parece que la situación vaya a cambiar en el futuro cercano.
James, ¿al Mallorca?
Lo cierto es que James Rodríguez sigue siendo una figura a nivel mundial y muestra de ello es el recibimiento que le dieron en Mallorca. Dimonió, mascota del conjunto bermellón, le dio la bienvenida y protagonizó un incómodo momento cuando el ‘10′ perdió de vista a sus compañeros y casi se dirige al camerino local.
La mascota del Mallorca corrigió el rumbo de James y lo regañó en tono de broma por querer meterse adonde estaban sus jugadores, entre ellos Johan Mojica, que fue titular y disputó los 90 minutos.
Rayo Vallecano no tuvo una buena tarde en el estadio de Son Moix y salió derrotado (1-0) gracias al solitario gol de Vedat Muriqi a los 76 minutos, cuando James ya estaba sobre el campo de juego.
Íñigo Pérez reconoció su responsabilidad en esta caída que distancia al Rayo de la pelea por cupos a torneos internacionales. “Efectivamente, cuando se da un partido en el que claramente hay un equipo que supera al otro desde el principio hasta el fin, es frustrante. No hay excusas, tenemos que analizar el partido con calma y con detalle. A partir de aquí utilizar estos partidos para mejorar”, dijo.
Antes del parón internacional, el Rayo acumulaba cinco partidos consecutivos sin perder y estaba en la octava posición del campeonato, lo que tenía ilusionados a sus hinchas con una victoria en suelo mallorquín.
Lamentablemente, esas buenas sensaciones desaparecieron y la idea de juego que estaba funcionando no se ejecutó por parte de los jugadores. “No hemos sido capaces o yo no he sido capaz de convencerles que lo primero que iba a suceder es un nivel de intensidad alto que lo he jugado y lo he vivido. Lo hemos visto en video y que el Mallorca lo tiene en su ADN”, analizó Pérez.
“Después de eso, hay matices tácticos que nos han superado, a nivel colectivo e individual. Evidentemente tengo muchísima parte de culpa de lo que ha sucedido”, completó.
Los franjirrojos tendrán una semana larga para pasar la página y preparar el próximo partido a disputarse el próximo sábado en casa. Alavés será el rival a vencer antes del debut por Copa del Rey, que está programado para la semana que viene en casa de Villamuriel, equipo de cuarta división.