Un divorcio con los hinchas enfrentó la Selección Colombia en el juego contra Perú. Terminado el compromiso que la selección nacional perdió 1 a 0 con anotación de Edison Flores al minuto 85, el estadio Metropolitano se volvió un lugar de silbidos.

Algunos de los asistentes ese 28 de enero incluso lanzaron objetos desde la tribuna a Reinaldo Rueda. James Rodríguez salió furioso a las duchas, pidió no silbarlos y llamó a los fanáticos “desagradecidos de mierda”.

En su más reciente transmisión de Twitch, James tocó a fondo el tema de la Selección Colombia. No niega que las cuentas están lejanas para ir a la copa del mundo, al menos por cupo directo. “Para el mundial está difícil. Tenemos que ganar los últimos dos partidos, hay con qué. Tenemos un grupo de mucha calidad. A nivel internacional estamos haciendo las cosas bien y hay cosas que no se pueden explicar. Vamos a luchar hasta el final y donde se pueda. Lo que es para uno es para uno y no forzar. Toca luchar hasta el final, apoyar hasta el final, hacer fuerza y hacer las cosas bien. Esperar algunos resultados. El trabajo duro tiene su recompensa, si es para nosotros bien y si no quedar con la satisfacción del trabajo hecho”, dijo sobre las posibilidades del equipo nacional.

James dejó claro a todos los cibernautas que se siente en un gran momento deportivo en su paso por el Al Rayyan de Catar. Incluso despejó dudas sobre su estado físico de cara a los duelos con Bolivia y Venezuela. “No estoy lesionado, gracias a Dios juego unos partidos en línea hace mucho y no me pasaba. De salud estoy bien y físicamente también. Va todo bien”, dijo.

Rodríguez, figura, goleador y Puskás tras el golazo a Uruguay en el Maracaná en la copa del mundo de 2014 y quien también estuvo en Rusia 2018, no pierde la fe de su tercer Mundial consecutivo. “Hay fe para ir al Mundial. Está duro, pero con los jugadores que tenemos se puede. Hay que luchar hasta el final”, aclaró y agregó que aún no se visualiza en un próximo evento mundialista. “Para el mundial 2026, tendré 35 o 36 años. Estaré muy viejito pero quien sabe, depende como se sienta también”.

En el país ha sido tema de discusión la casa de la Selección Colombia. James fue claro en decir que no opinará sobre la sede de la tricolor para no herir susceptibilidades. “No hablo del tema porque toca uno masas y que yo diga algo porque sé que será polémica. Es mejor no hablar del tema. Evado esa pregunta. Engancho mejor”, dijo con gracia.

Sin embargo, lo que no gambeteó fue en dejar claro lo sucedido tras el partido con Perú y su duro enfrentamiento con los asistentes al estadio Metropolitano, en especial con los hinchas ubicados en el sector de occidente. “Estaba caliente, en un momento que no pensé que estaríamos por todo lo que se dio. Reaccioné como no se debía. Pero al final fue lo que fue y lo que salió. Son cosas que pasan en un campo de fútbol, le ha pasado a otros jugadores. Si herí a alguien le pido disculpas porque son cosas que pasan dentro del campo. Pero algunas personas se comportaron mal y así como nos da rabia, a ustedes también. No es para que tiren cosas. Hemos jugado un buen partido. Dimos todo hasta donde se pudo. Jugamos un excelente partido contra Perú. Que no se pudo concretar es otra cosa. Hicimos un esfuerzo grande. Los pitidos me lastimaron”, admitió.

James Rodríguez sueña con ganar un título con Colombia. Dijo estar satisfecho en lo personal por lo conseguido pero un trofeo grupal es una asignatura pendiente en su carrera. “Me falta ganar algo con la Selección Colombia. Una copa. Me está faltando eso, me faltan cosas y están faltando cosas. Conseguí cosas personales, quedar goleador del mundial, el Puskás, destacarme en Copa América. A nivel de clubes gracias a Dios he logrado cosas importantes”, concluyó.