Olympiacos arde tras la salida de James Rodríguez. El conjunto de El Pireo volvió al ruedo tras casi dos semanas sin competencia, pero cayó frente al AEK de Atenas y resignó de esa manera la última esperanza que le quedaba para poder disputar el título de la Superliga en la presente temporada.

La reacción de la hinchada a esta nueva derrota fue invadir el campo y atacar con todo lo que se encontraron a su paso. Palos, piedras y hasta las sillas del estadio Georgios Karaiskakis les sirvieron como proyectiles para mostrar su descontento con los jugadores y con el arbitraje del compromiso que acabó 3-1 a favor de los capitalinos.

El partido se encontraba empatado a un gol hasta que, a los 82 minutos, el juez central marcó penalti sobre el defensor croata Domagoj Vida. Los reclamos del cuadro local no se hicieron esperar, pero el cobro se autorizó y allí fue el AEK el que tomó la ventaja que aumentaría justo antes del inicio de los disturbios con el tercer tanto definitivo.

Evangelos Marinakis, presidente de Olympiacos, saltó al campo y alegó por la acción del penal que, en su criterio, fue un error gravísimo que condiciona su disputa por el título y los cupos a torneos europeos. “Hoy hasta los ciegos vieron lo que está pasando en el fútbol griego. La falsificación, la vagancia y los forajidos han demostrado que no tienen escrúpulos. ¡Te dijimos que nuestro estadio es un caldero hirviendo! Fue muy paciente”, lanzó Marinakis en el pronunciamiento oficial de la dirigencia rojiblanca.

Jose Anigo, técnico encargado de Olympiacos, decidió no asistir a la rueda de prensa como muestra de protesta, por lo que consideran un intento claro de perjudicarlos.

El que sí se manifestó fue el vicepresidente Kostas Karapapas, que utilizó su cuenta de Instagram para enúmerar los errores cometidos por el juez italiano Davide Massa. “Porque no nos enfadamos contigo: ¿Fue penalti a Bakabou a los 13? ¡FUE!, en el minuto 38, ¿Valbuena fue roja? FUE, El penal del AEK es inexistente y en el descuento contó mal el gol del AEK tras haber precedido una falta y ni siquiera hubo revisión”, escribió.

Davide Massa, árbitro italiano. | Foto: 2023 BSR Agency

La invasión del campo y los violentos enfrentamientos con la fuerza pública no pasarán desapercibidos. De acuerdo a la prensa griega, Olympiacos se arriesga a una sanción de 2 a 4 partidos a puerta cerrada, además de una multa económica que está por determinar luego de la investigación de la Superliga.

Al conjunto de El Pireo solo le quedan dos juegos de local para terminar la temporada, por lo que la sanción podría terminar cumpliéndola hasta el inicio de la próxima campaña, a la que ya le apuntan como objetivo volver a ser campeones y recuperar la hegemonía que este año quedará en manos de AEK o Panathinaikos.

Estadio Georgios Karaiskakis, casa de Olympiacos. | Foto: (c) Copyright 2021, dpa (www.dpa.de). Alle Rechte vorbehalten
La hinchada de Olympiacos colmó las tribunas del estadio Karaiskakis. | Foto: (c) Copyright 2022, dpa (www.dpa.de). Alle Rechte vorbehalten

James, en Madrid

Afortunadamente, para James Rodríguez, esta bochornosa situación se dio apenas unos días después de su inesperada despedida, que, según ambas partes, se dio en buenos términos a pesar de los rumores que apuntaban a una molestia de la dirigencia con las últimas actitudes del volante colombiano.

Ahora, en calidad de agente libre, el ‘10′ espera con tranquilidad lo que le pueda deparar su destino. Las ofertas de Botafogo (Brasil) y Besiktas (Turquía) son las únicas que tiene sobre la mesa, pero aún queda un camino largo hasta tomar la decisión definitiva.

Después de abandonar El Pireo, donde las cosas no terminaron como esperaba, James se dirigió de regreso a la ciudad de Madrid, esa donde vivió sus mejores años y de la que no se ha querido desprender a pesar de tantos años deambulando por diferentes países como Alemania, Inglaterra, Catar y Grecia.

El ‘10′ abandonó la capital española, pero nunca se fue de ella, pues todavía tiene entre sus propiedades una casa de campo en la que puede pasar vacaciones alejado de los medios de comunicación, acompañado de amigos y de su hijo Samuel, que se ha convertido en una auténtica motivación para seguir soñando con recuperar aquel nivel que lo llevó a alcanzar los 80 millones de euros en el mercado.