Atlético Nacional sigue en deuda con su afición y en general con el fútbol colombiano, luego de no mostrar el nivel esperado en las primeras fechas del Torneo Apertura. De manera inesperada en su última salida, no lograron pasar del empate a cero ante el colero del torneo, Patriotas.
Este resultado puso en el ojo del huracán al entrenador, Jhon Bodmer, al que empiezan a considerar incapaz de llevar el proceso. Además, la gravedad de los juzgamientos hacia el bogotano llegaron minutos después de que el partido culminó, pues sus argumentos para justificar no poder lograr la victoria en Tunja, terminaron de agravar las críticas.
De los testimonios que más molestaron, fue haber dado mérito a un equipo que recién ascendió a la primera división: “Hacerle un reconocimiento a Patriotas. Si bien no han ganado, sus estadísticas han sido superlativas con partidos de buena presentación, al final los resultados no se le han dado”.
“No enfrentamos a un rival fácil y la cancha estaba dura. Por más que uno no quiera la altura alcanza a golpear, pero los muchachos hicieron un buen esfuerzo físico. No desarrollamos todo lo que queríamos”, prosiguió en el sinfín de excusas dadas ante los medios de comunicación.
En la poca autocrítica hecha, dijo que si existieron errores propios intentarían mejorar para el siguiente juego: “Hay que revisar internamente lo que sucedió porque pudo ser la cancha, la altura, el trabajo del rival. Si nos faltó a nosotros habrá que asumirlo y por supuesto mejorar”.
“Nacional compitió teniendo en cuenta todo el entorno. Fue un partido parejo desde el desarrollo del juego y lo estadístico. No desarrollamos las intenciones que queremos, pero se compitió. Queda recuperarnos porque viene un partido importantísimo el fin de semana”, agregó.
Intentando zafarse de las responsabilidades, volvió a dar mérito a Patriotas por no dejarle emplear el juego que buscaban: “Jugar bien es relativo. Al frente había un rival que hizo un gran trabajo y hay que competir, evitar que nos conviertan e intentar llegar a gol, lo hicimos 4 veces de manera clara”.
Si bien ya todos esos argumentos generaron malestar, el que más, fue cuando dijo “había que economizar energías porque tenemos un partido el domingo contra Millonarios en casa. Debemos cuidarnos y llevar una nómina que esté lo más saludable posible”.
“Esta vez no fuimos el equipo que caracteriza lo que la gente quiere ver, pero recuerdo que en los primeros partidos desde que llegué ya éramos un equipo que dominaba y hundía al rival, pero algunos rivales nos hacían sufrir en transiciones. Tenemos que ajustar el equipo, venimos de menos a más”, añadió.
Además, explicó las razones para jugar con una nómina mixta en suelo boyacense: “En esta plaza tan difícil yo no iba a soltar a mi equipo al ataque y tener que correr para atrás en altura y una cancha pesada; tengo que manejar la estrategia y cuidar a mis jugadores para el siguiente partido, jugamos cada 3 o 4 días”.
De cara al futuro, donde la participación en la Copa Libertadores se aproxima, hizo un llamado a la calma: “Con el grupo que estoy conformando falta constancia y conseguir las maneras e intenciones. El año pasado logramos mucho de lo que se quería, a pesar del poco tiempo de trabajo”.
“Es darle confianza y convicción a los muchachos. Espero que lleguemos de la mejor manera al partido de Copa Libertadores”, finalizó en su análisis del trabajo que esperan poder desarrollar durante este tiempo hasta el inicio de la participación en la fase a la que están clasificados por ser campeones de Copa Betplay 2023.