“La primera competencia que gané fue contra el asma y la displasia de cadera”, aseguró Jimena Leguizamón, nadadora colombiana de 17 años que recuerda cómo su condición médica la sumergió en el deporte que, hoy en día, la posiciona como una de las mejores en su práctica.
“Yo tenía tres años cuando los médicos sugirieron que antes de operarme para reversar la dislocación de la articulación de la cadera, podría nadar. Nadie en mi familia se imaginó que esos doctores pronosticaron, no solo la solución a mi problema de salud, sino el gran sueño de mi vida”, dijo la joven deportista.
Fue en la escuela deportiva de Compensar donde sacó a flote sus grandes capacidades en la natación, a pesar de que eso le significara tener una infancia distinta a la de otras personas a su edad.
“Recuerdo que me levantaba a las 4:00 a.m. para iniciar el entrenamiento a las 5:00 a.m. Llegaba al colegio a las 8:00 a.m., perdiéndome la primera hora de clase, estudiaba hasta las 3:00 p.m. y luego, desde las 4:00 p.m. hasta las 8:00 p.m., volvía a entrenar porque mi familia siempre ha creído que las personas que se esfuerzas más obtienen mejores resultados y sobresalen entre el resto”, recordó la atleta.
Su esfuerzo la llevó hasta el Campeonato Nacional Interligas de 2021 en Barranquilla, ubicándose como la mejor nadadora en la modalidad espalda. También tuvo una destacada participación en los Juegos Panamericanos Junior 2021, en donde consiguió la medalla de plata en los 200 metros mariposa y la de bronce en los 4x100 metros combinados.
Ha estado en los Juegos Bolivarianos Valledupar 2022 y en el Campeonato Mundial Junior de Natación, que se celebró en Lima entre el 30 de agosto y el 4 de septiembre de 2022; sin embargo, su mejor actuación fue en el Campeonato Mundial de Natación en Budapest, en donde se convirtió en la primera colombiana en clasificar a una semifinal de un mundial de esta disciplina, lográndolo en la categoría de los 200 metros espalda.
“Yo solo me concentré en tener un buen resultado, luego me sorprendí con los mensajes de que yo era la primera colombiana en lograr una clasificación de ese tipo. Esto solo demuestra que cuando las cosas se hacen con talento, disciplina y amor, se alcanzan grandes cosas”, puntualizó.
Lo que empezó por un diagnóstico médico, cuando apenas tenía tres años, hoy en día es un estilo de vida que ha llevado a Jimena, no solo a estar en el podio de importantes competencias, sino a tomar la decisión de abandonar su país para prepararse y ser, en un futuro, la mentora de niños y adolescentes que también sueñen con ser grandes deportistas.
“En agosto del 2022 me vine a Estados Unidos a estudiar liderazgo deportivo, que va encaminado para ser entrenadora. Esta fue mi elección porque quisiera ayudar a las personas a crecer, darles ese empujón y esa ayuda que tanto necesitan como lo hizo mi entrenador cuando inicié en las piscinas de Compensar, en Colombia. Ha sido duro estar alejada de mi país y mi familia, pero si uno decide hacer algo, hay que terminar de hacerlo y además hacerlo muy bien”, aseguró la nadadora colombiana que no ve lejana la posibilidad de ganarse un puesto en los Juegos Olímpicos de París 2024 y representar a Colombia con la frente en alto, como lo han hecho varios atletas.