El futbolista Luke Abrahams, quien jugaba para el Blisworth FC y Hunsbury Hawks FC en Inglaterra, falleció en medio de una cirugía en la que le amputaron la pierna, por cuenta de una infección que no fue diagnosticada a tiempo y que su médico de cabecera confundió con una simple amigdalitis.
La familia del deportista no se explica cómo pudo suceder esto, después de que su hijo dejara de entrenar unos días por un fuerte dolor de garganta, el mismo que lo llevó a consultar al especialista de la familia y quien le recetó antibióticos.
Según explicaron, con el paso de los días la situación de Abrahams no presentó ninguna evolución y comenzó a experimentar calambres en sus piernas, razón por la que el especialista que lo había atendido inicialmente le recetó analgésicos. Según explican sus familiares, al diario Northamton, los dolores eran tan fuertes que no podía conciliar el sueño.
Ante el empeoramiento en la salud de Luke, su familia intentó que fuera trasladado a un hospital, pero los servicios médicos y el médico solo le brindaron atención y orientación telefónica. “Es una especie de catálogo de errores, porque habrían podido hacer bien su trabajo el primer día, viéndolo cara a cara, nada de esto por teléfono”, señaló Richard Abrahams, padre del futbolista, al medio ITV.
El drama de la familia continuó y luego de una semana de insistir a los galenos para que le dieran una mejor atención a su hijo, por fin lograron que le enviaran a su casa una ambulancia que lo trasladó al sistema de urgencias de un hospital. Una vez internado, le comunicaron a los padres del joven que tenía un infección bacteriana extendida por todo el cuerpo, razón por la que debía ser operado de inmediato.
”Le amputaron la pierna, pero dijeron que estaba demasiado ido. Nadie ha explicado por qué decidieron amputarle la pierna. (…) Si sabían que iba a morir, ¿por qué le quitaron la pierna?”, se preguntó Julie Needham, madre del joven.
Finalmente, el futbolista falleció en medio de la cirugía y sus familiares no entienden qué fue lo que pasó ni que le produjo la muerte a Luke, por lo que sus parientes quedaron con más dudas que certezas en medio de este caso: “Simplemente, no podemos creer que ya no esté aquí. Seguimos pensando que salió con sus amigos y que estará en casa en cualquier momento”.
La autopsia realizada al cuerpo del futbolista dictó que tenía un síndrome de Lemierre, “una complicación rara de la amigdalitis bacteriana” que puede llevar a la muerte a personas jóvenes que están aparentemente sanas, según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Otro dato que arrojó el análisis es que Luke sufrió de una fascitis necrosante, infección bacteriana a la que también se le llama como bacteria carnívora y la cual tiene, como terrible propiedad, su rápida y fácil propagación por el cuerpo. Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos asegura que el tratamiento apropiado para evitar desenlaces fatales y poder dar un diagnóstico exacto, se debe realizar un tratamiento con antibióticos y operar en el menor tiempo posible.
“Todos los proveedores están revisando la atención y el tratamiento proporcionados en este caso y hasta que se completen sus revisiones, no sería apropiado hacer más comentarios”, indicó el Servicio Nacional de Salud de Inglaterra.
Por el momento, la familia de Luke Abrahams sigue a la espera de unas explicaciones por parte de los médicos que inicialmente atendieron a su hijo para entender por qué se procedió de esta manera y no se le dio, de manera oportuna, la atención que requería para evitar su muerte.