Juan Diego Alvira estuvo perdido en el desierto por varios minutos, por un aparente despiste del conductor que los estaba llevando a la zona sur de Qatar, que es reconocida por la Unesco como la mayor reserva natural de ese país, y no sólo eso: también es uno de los únicos lugares del mundo donde hay ese estrecho contacto entre el mar y el desierto.
Juan Diego Alvira no escatimó en detalles. Lo primero que se puso una vez se montó al carro rumbo al desierto fue la “gudra”, mejor conocida en Colombia como el turbante. El recorrido fue de aproximadamente una hora, pero al parecer por un despiste del conductor, terminaron perdidos unos 20 minutos, hasta que otro vehículo llegó a su rescate.
Después del impasse, finalmente llegaron al lugar soñado, con ese matrimonio perfecto entre el caluroso desierto y el mar en el golfo arábigo. La imagen es verdaderamente impresionante y desde ese punto se alcanza incluso a ver la zona sur de Arabia Saudita. En ese lugar, Juan Diego no aguantó las ganas, se quitó los zapatos y caminó por la orilla del mar. Dijo que la sensación fue única.
Después de eso llegaron a un lugar en medio del desierto, donde instalaron una especie de hotel con una pantalla gigante, grandes cabinas de sonido, tapetes, sillas y todo tipo de comodidades para ver los partidos del Mundial. También en ese lugar se da la oportunidad de montar en camello.
Fue allí donde, por primera vez, Juan Diego tuvo la oportunidad de montarse en uno de ellos. “Este es uno de los momentos más difíciles, la subida. Hay que agarrarse duro porque sino...”, contó el comunicador después de subirse al animal, porque cuando se pone de pie, si la persona no está bien agarrada, es probable que pueda sufrir una caída.
Una experta en la zona le contó a Juan Diego que los camellos pueden durar hasta 6 meses sin tomar agua y que, cuando lo hacen, pueden consumir hasta 40 litros de agua en una sola tomada. “Todo depende del tamaño del camello. El agua que consume se le va guardando en el torrente sanguíneo. Lo que tiene la joroba es grasa, pero cuando la joroba va bajando, quiere decir que el camello ya necesita líquido”, explicó la guía turística.
La vuelta duró algunos minutos, pero fue sin duda una experiencia inolvidable. Al regreso, algunos turistas estaban pateando penales a un joven que se animó a tapar y que tenía buenos dotes de portero. De hecho, a uno de los viajeros le tapó el penal, pero cuando llegó el turno de Juan Diego, que en sus años mozos era un buen delantero, convirtió el penal. “Por la pola”, gritó justo antes de impactar el balón y acomodarlo en el ángulo superior derecho.
Para Juan Diego, el paseo por el desierto también lo dejó descrestado, tal y como lo han hecho ya otras excentricidades que se ha encontrado en su paso por Qatar. Este sábado tuvo la oportunidad de asistir al estadio para el partido entre Argentina y México, con la necesidad imperiosa del equipo gaucho de ganar. Tuvo la fortuna de ver el gol de Lionel Messi, con el que Argentina abrió la cuenta y volvió a respirar en esta Copa del Mundo, después de tener un pie por fuera del torneo por la derrota en el primer partido contra Arabia Saudita.
El próximo partido de Argentina será contra Polonia y sigue obligado a sacar un buen resultado, mientras que México también se jugará la vida en el siguiente partido contra los árabes, que han sorprendido a más de uno por la extraordinaria Copa del Mundo que están jugando.