Juan Pablo Montoya fue una de las grandes estrellas del deporte colombiano, que entre 2001 y 2006 brilló de gran manera por sus carreras en la Fórmula 1. Ha sido la figura de nuestro país más destacada en lo que respecta a la industria del automovilismo y por él millones de ciudadanos se hicieron fieles seguidores de este deporte.
Montoya prácticamente cambió los fines de semana para muchos colombianos, quienes se sentaban al frente de su televisor desde muy temprano o a altas horas de la noche, y sintonizaban la carrera para apoyar al piloto, quien tuvo grandes actuaciones: en dos ocasiones logró ser tercero en el campeonato mundial de F1. Pero esas épocas ya pasaron y ahora la esperanza está puesta en su hijo Sebastián Montoya, que actualmente se encuentra en la Fórmula 3 y a quien representa, además de brindarle grandes consejos para que llegue más lejos que él.
Pese a que ya han pasado varios años desde que se retiró, por su sangre corre el automovilismo y Montoya todavía tiene grandes anécdotas que vivió cuando era profesional. En diálogo con el diario As Colombia y La W, el piloto aprovechó para revelar algunos detalles que eran desconocidos y que han dado de qué hablar.
En 2001, el colombiano estuvo con la escudería BMW-Williams y tuvo grandes presentaciones. De hecho, dos años después logró ocupar el podio en el campeonato Mundial de Fórmula 1, quedó tercero y despertó la atención de los seguidores de este deporte y de otras escuderías. Montoya recordó que por esa época Ferrari tocó a su puerta, pero decidió rechazar esta escudería por ‘culpa’ de Michael Schumacher, uno de los pilotos más famosos y exitosos del mundo.
“En mi época no era atractivo. Ross Brawn, después del podio de Monza, en uno de los años, se me acercó y me dijo: ‘Nos encantaría que algún día estuviera de rojo con nosotros’. Yo me volteé y le dije: ‘No, gracias’, porque estaba Schumacher ahí, y estar segundón de Schumacher, no”, relató.
“Era un cabrón”
Esta no es la primera vez que Montoya habla del alemán, hace algunos días conversó con los medios oficiales de la Fórmula 1 y habló de la rivalidad que se creó entre los dos, ya que prácticamente se encontraban en todas las competiciones.
El colombiano contó algunas ‘intimidades’ que se vivían previo al inicio de las carreras o cuando había encuentros entre los pilotos. Aseguró que cuando Schumacher llegaba a los corredores todo mundo le mostraba un gran respeto, algo con lo que él no estaba muy de acuerdo. “Cuando Michael venía desde atrás, todos se corrían y lo dejaban pasar y eso me molestaba mucho. Eran como, ‘es Michael, no lo hagamos enfadar’”, comentó.
Utilizando una palabra fuerte, sentenció que su manera de llevar a fondo su máquina lo hizo merecedor de muchas críticas: “Todo el mundo le tenía mucho respeto y yo era tan cabrón manejando y la gente pensaba que yo era un loco, que funcionaba”.
Montoya fue claro señalando que en la época no se hablaba mucho con Schumacher debido a que antes todo era diferente, puso de ejemplo cómo ahora las redes sociales hacen que los oponentes sean “mejores amigos”. “En mi tiempo yo no hablaba con nadie, yo venía con la mentalidad de no hacer amigos”, expresó.