Desde hace varios meses se había generado una gran expectativa por la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres. El espectáculo que se vio el pasado viernes en el Estadio Olímpico de la capital inglesa no defraudó. El monumental montaje, dirigido por Danny Boyle –ganador del premio Óscar–, fue un recorrido por los íconos británicos: ahí estuvieron James Bond, Cambridge, Oxford, el ‘rock’, el río Támesis y la reina Isabel II, entre otros. También hubo un recuento histórico a través de los mejores momentos de las Olimpiadas. La ceremonia, presidida por la reina Isabel II, fue presenciada por 80.000 asistentes al estadio y, aproximadamente, 1.000 millones de televidentes que esperaron con impaciencia para ovacionar a la distancia a sus delegaciones.