El tenista Novak Djokovic se entrenó el martes en la sede del Open de Australia tras su victoria legal contra su deportación, aunque su participación está pendiente de que el gobierno decida si vuelve a cancelar su visado.
El número uno mundial, y nueve veces ganador del torneo australiano, fue visto calentando en un gimnasio con su entrenador Goran Ivanisevic antes de dirigirse a la zona de los jugadores y encaminarse a la cancha central, a seis días del inicio del torneo en Melbourne.
A pesar de haber estado varios días encerrado en un centro de detención de migrantes, Djokovic aseguró el lunes que su intención era disputar el Open, en el que aspira a ganar su 21º Grand Slam y superar así a Roger Federer y Rafa Nadal.
“Vine aquí para jugar en uno de los torneos más importantes que tenemos frente a aficionados maravillosos”, manifestó el lunes en Instagram el jugador serbio, que no está vacunado contra el covid-19.
Pero todo está en manos del ministro de Inmigración australiano, que sopesa cancelar nuevamente su visado, según admitió un portavoz del ministerio.
Un nuevo elemento puede fragilizar la posición del serbio, que contrariamente a lo que declaró en un documento de viaje, viajó de Serbia a España a finales de diciembre, como lo demuestran diferentes publicaciones y mensajes en las redes sociales.
Viaje a España
Según una copia de su declaración, el jugador aseguró que no había viajado ni iba a viajar en los 14 días previos al aterrizaje en Australia el 5 de enero. Pero algunas informaciones sugieren que estuvo en Serbia antes de España.
También genera controversia el argumento de que Djokovic dio positivo para covid el 16 de diciembre, pues se le vio en actos públicos, tanto ese día como el siguiente.
El serbio, que no está vacunado contra la covid-19, obtuvo el lunes una victoria judicial contra su expulsión de Australia, cuyas autoridades anularon su visa alegando que no cumplía con los requisitos sanitarios impuestos por la pandemia.
El deportista aterrizó el jueves en Melbourne con una exención médica de la obligatoriedad de vacunarse otorgada por los organizadores del torneo tras alegar una infección por coronavirus el pasado 16 de diciembre.
“No estoy vacunado”, dijo Djokovic al agente migratorio que lo interrogó, según una transcripción divulgada por la corte.
Los pocos extranjeros admitidos a Australia deben tener la vacunación completa o una exención médica. El gobierno insiste en que un contagio reciente no es válido para obtener la exención.
Pero el juez federal, Anthony Kelly, revirtió la decisión el lunes y ordenó la liberación inmediata del tenista, que se encontraba en un centro para migrantes, y que el gobierno pague sus costes legales.
El gobierno ya había desistido del caso tras aceptar que la entrevista de Djokovic en el aeropuerto fue “inadmisible” porque no se le dio al jugador el plazo prometido para responder antes de anular su visa.
“Desestabilizar a Novak”
Fue “la victoria más grande de su carrera, mayor que todos sus Grand Slam”, declaró su madre Dijana en una conferencia de prensa en Belgrado.
“La verdad y la justicia salen a la luz. Quiero agradecerle al sistema judicial de Australia”, acotó su hermano Djordje.
El martes, la prensa australiana continuaba apoyando a su deportista, como el diario independiente DANAS, para quien el “drama australiano no hará más que reforzarle”.
“Han tratado de desestabilizarle por todos los medios. Han olvidado o no saben que está bajo presión desde hace 15 años y que lo supera con éxito”, advirtió en una columna en ese rotativo su antiguo entrenador Nikola Pilic.
Mientras se entrenaba de nuevo en el Melbourne Park, algunos seguidores se acercaron a ver al tenista. Ofek Dvir Ovadia, de 22 años, indicó que Djokovic deberá “lidiar con abucheos cuando juegue del público en general”, aunque espera que “algunas personas lo apoyen”.
La ATP, que organiza el circuito masculino de tenis, dijo que el caso “ha sido perjudicial en todos los frentes”, incluso para el tenista y su preparación para Australia.
La extenista Martina Navratilova expresó en redes sociales su apoyo al tenista: “¡Déjenlo jugar!”.
La tenista checa Renata Voracova, especialista en dobles, anunció este martes que pedirá una compensación financiera a la Federación Australiana (TA), tras haber sido alojada en Melbourne en el mismo centro de retención que Novak Djokovic, antes de dejar, finalmente, el país al ser revocada su visa pese a haber obtenido una exención médica para viajar.
© Con información de Agence France-Presse