La tercera etapa del Tour dejó atrás los rústicos paisajes de Bélgica y entró de lleno a territorio francés. La carrera se abrió desde la población de Binche hasta Épernay, en un recorrido accidentado de 215 kilómetros. El holandés M. Teunissen partió por segundo día consecutivo como líder, una hazaña que ni él mismo se esperaba. Su equipo, el Jumbo Visma, había sido el vencedor tanto del esprint inaugural como en la crono por equipos de la segunda jornada. La escuadra había hecho el día anterior una prueba impecable, superando por 20 segundos al Team Ineos del colombiano Egan Bernal. Una verdadera sorpresa. El trazado para esta tercera etapa surgió accidentado, sinuoso: con ascensos, descensos, vías estrechas y repechos cada tanto. El nerviosismo, típico del comienzo del Tour, se sintió dentro del pelotón principal. En la cima de la Côte de Nanteuil-la-Fôret, a 42 kilómetros de meta, el ciclista Tim Wellens de Lotto-Soudal registró una escapada que le dio una ventaja inicial de 55" sobre el grupo perseguidor y 2‘30" sobre el pelotón. Lukas Pöstlberger se puso en cabeza del pelotón para tomar el relevo. A 28 kilómetros de la meta, Wellens registraba 1‘30" de ventaja. Egan Bernal y Nairo Quintana, intentando descontar segundos al líder, pelearon por bonificaciones en los puertos de montaña. Dentro del pelotón principal arañaron espacios a 15 kilómetros de la meta. El equipo Deceuninck-Quick Step estaba decidido a poner la carrera en bandeja de plata para Alaphilippe. Dries Devenyns hizo un enorme comienzo de ascensión a la Côte de Mutigny (3ª, km 199). A 12 kilómetros de la meta, más específicamente por el Côte de Mutigny (3ª, km 199), pasó de primero Wellens, y de segundo cruzó Julian Alaphilippe (Deceuninck-Quick Step). M. Teunissen, el maillot amarillo, no pudo con la presión y se quedó del pelotón principal, que le sacaron al holandés un minuto 15 segundos. El francés Alaphilippe pasó a cabeza de carrera en la última parte de la etapa. El galo llevaba 35" sobre el grupo perseguidor y 40" sobre el pelotón a 11 kilómetros de meta. La fuerza de Alaphilippe se sintió en las zonas más duras del final de la etapa. Se le vio con iniciativa, fuerza y una decisión que no parecía tener freno. Al final, el galo dio una demostración de grandeza, se mantuvo constante tanto en los ascensos como en los descensos y se llevó el triunfo de la etapa. Su esfuerzo se vio recompensado con el liderato en la clasificación general. Egan Bernal es el mejor colombiano en la tabla. Al término de la tercera jornada estaba de sexto, a 40 segundos de Alaphilippe.