Ya es oficial: Colombia se quedó sin representantes en la Copa Libertadores 2024.
Tras una nueva derrota en condición de local contra Colo-Colo, el Junior de Barranquilla se despidió de sus aspiraciones en el torneo continental y dejó en manos de Independiente Medellín la única esperanza de la Liga Betplay por seguir compitiendo en Sudamérica.
La derrota de los tiburones enciende alarmas en el fútbol colombiano, que nuevamente se despide muy temprano del máximo torneo a nivel de clubes organizado por la Conmebol.
Lucas Cepeda abrió la cuenta para los chilenos en el minuto 43, pero Carlos Bacca empató antes del descanso. Junior corrió riesgos en el segundo tiempo y permitió que Maximiliano Falcón decretara de cabeza el 1-2 final en el partido. (3-1 en el global a favor de Colo-Colo).
Tras el pitazo del árbitro hubo un intento de pelea entre jugadores colombianos y el chileno Arturo Vidal, que 24 horas antes había calentado el partido con declaraciones a través de su cuenta de Instagram.
“¡Los vamos a masacrar!”, fue una de las frases que dijo mientras compartía con los hinchas de Colo-Colo que viajaron hasta la ciudad de Barranquilla e hicieron un espectacular banderazo en el hotel de concetración.
“Mañana vamos a hacer historia. Mañana metemos, mañana metemos”, agregó.
Las palabras de Vidal eran un condimento especial para el duelo disputado en el Metropolitano. Christian Daes, empresario cercano a los dueños del Junior, reaccionó en redes sociales y prometió recompensar a los jugadores rojiblancos si salían victoriosos en la serie de octavos de final.
“Pense Vidal era chileno. Es otro tonto prepotente. Provocando. Srs de Junior, se les ofrece premio extraordinario no solo por hacer SU TRABAJO sino defender nuestro HONOR”, anunció etiquetando al arquero Santiago Mele y el delantero Carlos Bacca.
Otra historia sin final feliz
Pero el resultado no fue el esperado. Junior pecó al perder el sistema de juego que le había funcionado en la fase de grupos y nunca pudo hacerse dueño del partido.
La figura de José Enamorado no pesó por las bandas, mientras que a Bacca solo le quedó una opción clara que mandó a guardar.
El desespero llevó a que Arturo Reyes patear el tablero en la segunda mitad. Roberto Hinojosa, Yimmi Chará y Marco Pérez fueron las cartas que jugó para intentar ganar un partido que se desvaneció con el cabezazo de Falcón.
En ese punto, Junior solo necesitaba de un tanto para forzar los penales y se jugó todo lo que tenía en el tanque por un resultado que pusiera a celebrar a sus hinchas. No obstante, perdió la marca en el fondo permitiendo que las caras felices quedaran del lado de Colo-Colo, incluida la del propio Vidal, quien se dio el gusto de volver tras una larga lesión que lo descartó en el partido de ida y lo condenó al banquillo en la vuelta.
El remate de una noche oscura para Junior fue la expulsión de Rafa Pérez, que había ingresado al 22′ en lugar de Jermein Peña. Con diez hombres en la cancha, al equipo de Reyes no le quedó otra que aceptar otra eliminación que cae como balde de agua fría en su afición.