Jürgen Klopp salió muy molesto del Emirates Stadium de Londres, luego de la dolorosa caída que su Liverpool sufrió frente al Arsenal (3-1).
Los reds lucieron desconocidos y se estrellaron a toda velocidad contra un planteamiento casi perfecto de Mikel Arteta. Además de los problemas que vio sobre el campo de juego, el estratega alemán también terminó furioso por el desempeño del árbitro Anthony Taylor, que, entre otras cosas, expulsó al defensor Ibrahima Konaté por doble amarilla.
“Hoy muchas cosas estaban en nuestra contra. Este árbitro me dio una tarjeta roja contra el Manchester City por una situación de lucha entre Bernardo Silva y Mo Salah. Hoy la misma situación con Jota, pero no recibió una tarjeta roja”, apuntó.
Klopp quedó sorprendido con el criterio que usó Taylor para expulsar a Konaté sobre el final del partido. “Esto es increíble. Luego Havertz cae y el árbitro le da a Konate una tarjeta amarilla. Gabriel le hace lo mismo a Núñez y no hay tarjeta amarilla”, cuestionó.
“En general podemos admitir que el Arsenal merece los tres puntos. Las circunstancias fueron un poco extrañas. El gol para nosotros fue similar al partido de copa. En el partido de FA Cup tuvimos oportunidades aún mayores. Marcamos el gol antes del descanso y sin disparos a portería, pero un gol es un poco extraño, hoy hemos tenido que adaptarnos en muchos momentos”, reconoció.
Liverpool acabó los 90 minutos con un solo disparo a puerta, síntoma de lo mal que marcharon las cosas ante uno de sus rivales directos por el liderato. “Encontramos nuestro camino hacia el partido, tuvimos cruces y situaciones en las que estuvo cerrado y luego la segunda mitad. Pero si no puedes mantenerlo abierto, entonces el Arsenal podría ponerse un poco nervioso. La tarjeta roja no ayudó y tuvimos que cambiar lo que intentamos”, completó en declaraciones para Sky Sports.
Klopp se desahogó en rueda de prensa
Más tarde, en la conferencia de prensa oficial, el entrenador admitió que sus dirigidos no tuvieron una buena noche y ahora tendrán que trabajar el doble para evitar que Manchester City vuelva a coronarse campeón.
“Desde el principio no parecía nuestro día, pero tal vez podríamos haberlo convertido en nuestro día. En la segunda mitad, el comienzo fue realmente bueno. Una vez más, es solo prueba, evidencia, lo que quieras, lo que genera el impulso”, analizó.
Ese autogol forzado por la insistencia de Luis Díaz parecía el fuego que le daría a Liverpool la oportunidad de salir victorioso del Emirates, pero luego el error de Van Dijk y la expulsión de Konaté tiraron al suelo todos los planes. “El Arsenal se merece los tres puntos, de eso no hay duda: ellos anotaron tres y nosotros tuvimos un tiro a puerta, así que obviamente esa es la estadística que más se nota. Deberíamos haber tenido más de eso, podríamos haber tenido más de eso, pero debido a la historia del juego no sucedió”, insistió.
Ahora viene una semana larga para olvidar lo que sucedió y preparar el siguiente juego con la mirada atenta en el regreso de jugadores como Mohamed Salah. “Hoy prácticamente todo nos ha ido en contra. Sí, nosotros marcamos más o menos su gol, ellos marcaron nuestro gol, así que eso es igual. Y luego nos sacaron la tarjeta roja, ellos no recibieron tarjeta roja y hubo algunas situaciones que podrían haber sido diferentes”, dijo.
“Pero incluso con la tarjeta roja perdemos 2-1, ¿qué es eso? No hace ninguna diferencia, pero se habría visto diferente. Estar 2-1 abajo con 11 contra 11 realmente podría haber sido diferente, pero ya está hecho, ya no me importa. Bueno, no es un gran día para nosotros. Sí, un mal día en la oficina, definitivamente, pero no solo un mal día en la oficina, y tenemos que asegurarnos de que no los tengamos más”, completó.