La salida de Jürgen Klopp puede ocasionar un efecto dominó en el que varias figuras del equipo tomen la decisión de irse. Virgil Van Dijk y Mohamed Salah son algunos de los casos que están por resolverse al final de esta temporada, cuando los dirigentes del Liverpool ya deberían tener elegido al nuevo director técnico.
Y es que el revolcón será total en el banquillo. Junto a Klopp, también se irá el segundo al mando, Pep Ljinders, su asistente técnico, quien llegó a sonar como posible reemplazo en caso que la negociación con Xabi Alonso no prospere.
Ljinders arrancará su propia carrera como técnico tras diez años acompañando a su gran amigo en el proyecto. Diferente a Klopp, el neerlandés cree que es el momento perfecto para seguir dirigiendo, pero esta vez en calidad de entrenador en propiedad.
Las razones por las que también se va de Liverpool las expuso en una entrevista para los medios oficiales del club. “No es fácil dejar un club así. Pero en la vida siento que siempre hay que hacer lo correcto y lo correcto significa que en el verano dijimos que continuaríamos y seguiríamos con todo lo que tenemos, lo convertiríamos en ‘el último baile’, lo convertiríamos en un final adecuado”, dijo.
Ljinders considera que si Klopp se marcha, no tiene sentido que él se quede y tampoco el resto del staff. “Es realmente bueno que podamos tomar esta decisión temprano para dejar el club con un equipo lleno de hambre, lleno de talento, y también con mucho liderazgo, que puede, para los próximos años, tener mucho éxito”, explicó.
A pesar de ser el segundo al mando, el neerlandés tenía un papel importante para fortalecer la relación entre el cuerpo técnico y los jugadores. Diferente al temperamento que muestra su jefe detrás de la línea, Pep es mucho más relajado y cercano con figuras como Luis Díaz.
“Le debo todo a este club. No me deben nada, para ser honesto. Son 10 años llenos de dedicación. Siempre dije que terminaría con Jürgen; En el momento en que no ayudaré a nadie más, ese es el momento en que iré y me las arreglaré. Ese fue siempre el caso”, relató.
Con permiso de Klopp, Ljinders viene asistiendo a algunas de las ruedas de prensa y ha tomado un rol mucho más visible del que, por ejemplo, tienen colegas en otros clubes de Inglaterra.
Eso ha hecho que su panorama se abra con grandes posibilidades de triunfar en el puesto en el que todavía no ha debutado. Por lo pronto, esperará las ofertas que le puedan llegar con total agradecimiento a lo que vivió en las instalaciones de Anfield.
Ljinders admite que Klopp es para él más que un compañero. “Es un amigo, un hermano, un verdadero hermano del fútbol, creo”.
“Hemos pasado por muchas cosas aquí: buenos y malos momentos. Tengo plena confianza, confiamos plenamente el uno en el otro, por eso funciona. La forma en que me da la libertad de liderar el equipo, de diseñar los entrenamientos, de tomar decisiones tácticas, eso lo dice todo”, dijo.
Lo más duro de irse es justamente separarse de las personas con las que ya estaba acostumbrado a trabajar. “Es triste que nos vayamos, pero estoy emocionado por lo que viene. Pero, repito, esta temporada aún no ha terminado. Estamos de lleno, el equipo es muy fuerte, tiene mucho talento, mucha fuerza de voluntad. Estamos peleando, ya jugamos una final en febrero, Wembley estará lleno”, apuntó.
“Estoy realmente bendecido, lo apreciaré por siempre porque él me dejó crecer, se aseguró de que pudiera crecer. Y que podamos dejar el club de esta manera es simplemente lindo”, finalizó.