Atalanta cerró el mes pasado una temporada para el olvido en el fútbol italiano. Después de tres años consecutivos clasificando a Champions League, esta vez se quedaron por fuera de puestos europeos y vivirán un mercado de verano bastante difícil con la posibilidad latente de perder a las pocas figuras que les quedan en la plantilla.
En el tramo final de la Serie A, surgió la duda sobre la continuidad de Gianpiero Gasperini, como entrenador. Sin embargo, en la cúpula del club bergamasco ratificaron su apoyo argumentando que los resultados de la presente campaña se trataron de un ‘tropiezo’ en el camino a convertirse en un habitual competidor por los primeros lugares.
Gasperini se ha trazado como objetivo mantener la columna vertebral del equipo que incluye a los dos colombianos, Duván Zapata y Luis Fernando Muriel, además de sumar unos cuantos fichajes que permitan repotenciar la nómina golpeada por las salidas del ‘Papu’ Gómez, Cristian Romero y Robin Gosens, que se fue a mitad de temporada al Inter de Milán.
Pero esa no será una tarea nada fácil, pues las llamadas desde los grandes italianos e incluso del exterior dificulta que las fichas claves se quieran quedar. Muriel, por ejemplo, amagó en el mercado de invierno con irse, pero ninguna oferta llegó a colmar sus expectativas a plenitud, aparte de estar viviendo un momento complicado en cuanto a las cifras goleadoras que no se emparejaban con las de otras temporadas.
El delantero de Santo Tomás (Atlántico) cerró la campaña con nueve goles en 27 partidos, 17 de ellos como titular, números que hablan fielmente de las razones por las que Atalanta no clasificó ni siquiera a la Conference League, terminando en el octavo lugar de la tabla de posiciones con 59 puntos.
Aparte de las horas bajas que sufrió Luis Fernando, Duván Zapata también estuvo alejado a raíz de una delicada lesión, lo que puso contra las cuerdas al proyecto de Gianpiero Gasperini. No obstante, una cosa es que tenga pocos tantos y otra que salga del equipo, algo que el cuerpo técnico no quiere ni pensar.
Muriel se ha construido en Italia un nombre de respeto por la cantidad de goles que marcó con los bergamascos y también con la Sampdoria, el Udinese y la Fiorentina, los equipos que lograron disfrutar de su calidad desde que empezó a repuntar en 2013.
Con 31 años cumplidos, el colombiano sabe que el último bus pasará muy pronto y por eso quiere asegurar que tendrá un par de oportunidades más en un club que pelee por el título y además le asegure competencia internacional.
Es ahí donde surge la opción de Juventus, que se encuentra en la búsqueda de un posible reemplazo para Álvaro Morata. Hace rato los bianconeros tienen a Muriel en la mira, pero las negociaciones no han avanzado porque Atalanta suele ser un rival reacio a las negociaciones por sus jugadores importantes, tal como le sucedió a Duván Zapata cuando Inter tenía la intención de negociar y le pusieron un precio demasiado alto imposible de pagar.
La Juve sabe que el colombiano se quiere ir y a eso se aferra a la espera del inicio de la ventana de pases, “para que el colombiano se vaya de Zingonia debe llegar al menos una oferta de 15 millones de euros”, indica CalcioMercato en un artículo en el que asegura que Atalanta ya está buscando posible reemplazo a la salida del atlanticense.
Luis Fernando Muriel termina contrato en 2023, es decir, que podría irse gratis el próximo año si los de Bérgamo no acuerdan negociar en esta oportunidad. Ahora el mejor aliado de Juventus es el tiempo y la presión que pueda ejercer el colombiano para salir a cambio de unos 10 o 12 millones, dejando así su lugar al argentino Giovanni Simeone, que sería el elegido por Gasperini como sustituto del ‘9′.